Goldman aprovecha el virus para ser arrendatario con preferencia
Negocia descuentos con los caseros de su red de hoteles Travelodge, pese a no necesitarlo
A Goldman Sachs no se le llama calamar vampiro sin motivo. Sus intentos de utilizar un llamado acuerdo voluntario de la empresa (CVA) con Travelodge, una cadena de hoteles británica de la que es codueño con los hedge funds GoldenTree Asset y Avenue Capital, pueden ser la última muestra.
Normalmente, los CVA implican que el inquilino está en situación desesperada. Cuando los usaron minoristas británicos llenos de deudas como New Look y Debenhams, permitieron que los alquileres se redujeran si el 75% de sus acreedores por valor lo aceptaban.
Travelodge, que alquila sus activos hoteleros, es un candidato menos obvio a la quiebra. Lleva seis años creciendo en ingresos y tenía más de 125 millones de euros de efectivo en el balance en marzo. A pesar de que sus dueños calculan que los confinamientos podrían reducir las ventas a casi la mitad en 2020, su demanda de un recorte del alquiler de casi el 40% parece oportunista.
Aun así, parece que Secure Income REIT, el mayor casero de Travelodge, podría cooperar. Eso podría deberse a que Goldman y los hedge funds ofrecen 214 millones de apoyo y el derecho de echar a Travelodge de los edificios utilizando cláusulas de rescisión si es necesario. Los caseros también obtendrán una parte del ebitda del grupo si supera los 180 millones de euros durante tres años.
Con todo, parece mejor para Goldman y compañía. Todo, salvo 35 de los 214 millones, es deuda o efectivo que ya está en el balance de Travelodge. Dado el probable impacto en los ingresos de este año, parece difícil incluso que se acerque a los 115 millones de ebitda de 2019. El resultado es que Goldman y otros accionistas consiguen un acuerdo decente, los tenedores de bonos están protegidos y los arrendadores salen perdiendo.
Antes del Covid-19, los contratos de alquiler solían incluir condiciones que garantizaban subidas en línea con la inflación. Lo que Goldman y compañía parecen haber notado es que ahora muchos inquilinos están al borde de la insolvencia. Por tanto, los propietarios de edificios tienen que tratar a los marginalmente prósperos con preferencia.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías