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El impacto psicológico de la pandemia, una nueva ola sanitaria

Algunos expertos calculan que los nuevos casos de depresión, ansiedad, insomnio y otros trastornos mentales subirán un 20%

Mientras avanzamos en la desescalada y entramos en la llamada nueva normalidad, los efectos colaterales de la crisis del coronavirus se van haciendo cada vez más evidentes. Entre estos, quizá el más adverso sea, junto con la repercusión económica, el impacto que la pandemia y el confinamiento han tenido en la salud mental del conjunto de los españoles.

Tanto es así que los expertos alertan ya de una segunda ola sanitaria, en este caso de naturaleza psicológica. “Al año hay en España entre un 8% y un 10% de la población que padece problemas de salud mental, y estimamos que, ante las circunstancias actuales, esa cifra podría incrementarse entre un 15% y un 20%”, advierte Carlos Losada, psicólogo clínico y portavoz de la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (Anpir).

Los datos que empiezan a emerger parecen corroborar este pronóstico. Una investigación publicada en mayo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) concluyó que ya en abril uno de cada cinco españoles presentaba “síntomas clínicamente significativos de ansiedad, depresión o estrés postraumático”.

Otro estudio realizado en abril y mayo por Open Evidence, institución derivada de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), encontró a su vez que la salud mental de hasta el 46% de los españoles está en riesgo por la crisis del coronavirus. “Nos llamó la atención ese resultado porque sabíamos que iba a haber un impacto, pero no pensábamos que iba a ser tan alto”, señala

Estrés, depresión, agorafobia e insomnio son las aflicciones en alza

Francisco Lupiáñez, profesor e investigador de la UOC, quien añade que la investigación también detectó una merma preocupante del rendimiento cognitivo de los participantes durante el estado de alarma. Ansiedad, depresión, agorafobia, trastornos afectivos y del sueño o estrés postraumático son, según los expertos, algunas de las aflicciones en aumento.

Entre los colectivos más vulnerables están los profesionales sanitarios, los familiares de pacientes que han fallecido, las personas con psicopatologías previas, así como aquellos para quienes las circunstancias del confinamiento han sido especialmente duras (mujeres que conviven con parejas maltratadoras, por ejemplo; personas en situación de precariedad o niños y jóvenes).

Nadie está exento de sufrir problemas de salud mental, pero “va a haber una afectación que será dispar y que va a acentuar todavía más las inequidades en la población general”, lamenta Celso Arango, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) y director del Instituto de Psiquiatría del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid.

Reforzar el sistema

Una de las principales preo­cupaciones de los profesionales es, precisamente, cómo dar respuesta a la posible avalancha de casos que llegarán al Sistema Nacional de Salud. Tan solo en el hospital Gregorio Marañón se está tratando, según Arango, “a más de 150 profesionales sanitarios” que sufren un trauma agudo por haber estado expuestos en primera línea.

“También estamos llevando a cabo un programa de prevención del duelo complicado, llamando y dándole seguimiento a los familiares de las cerca de 600 personas que fallecieron en este hospital por Covid”, indica. No obstante, el psiquiatra resalta que, para atender a la población general, se está produciendo “un cuello de botella”, ya que los médicos de la atención primaria “están desbordados”.

Sanitarios, familiares de pacientes fallecidos y mujeres, entre los más afectados

Para Carlos Losada, esta es la cuestión clave. “Si ya antes de la pandemia no había recursos suficientes para tratar a ese 8% o 10% de población que en un año normal padece trastornos mentales, ahora con el aumento de casos todo será más complicado”. Losada incide en que es necesario disponer de un mayor número de psicólogos clínicos (en España hay, según la Anpir, solo 6 por cada 100.000 habitantes, un tercio por debajo de la media europea).

Pedro Rodríguez Sánchez, psicólogo clínico y miembro de la junta de gobierno del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, coincide. La incorporación de un mayor número de profesionales de la salud mental, sobre todo “en el área de atención primaria para atender en ese primer nivel las demandas que se produzcan”, es fundamental, considera, puesto que servirá para conseguir que muchos de los casos “no se acaben cronificando y convirtiendo en trastornos mentales”.

Psicología en línea

Consultas online. Durante el confinamiento, muchas personas que requerían asistencia profesional han acudido a las plataformas y aplicaciones de psicología online que han surgido en España en los últimos años, como  TherapyChat o iFeel, u otras como The Holistic Concept, una plataforma para gestionar el estrés, controlar las emociones y de meditación.

Auge. Martín Villanueva, uno de los fundadores de iFeel, señala que desde que se decretó el estado de alarma (14 de marzo) el volumen de consultas se ha disparado hasta casi el 70%. Para Villanueva, la crisis del coronavirus “ha sido un punto de inflexión” en la consolidación de un sector que ya venía empujando con fuerza. “El futuro de la psicología va a tener un componente online muy importante”, asegura.

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