Financiación verde para la reconstrucción del mundo
En España, bonos y préstamos alcanzan los 11.300 millones en el año
“La financiación sostenible no va a más. Va a mucho, mucho más. Es parte de la solución a la situación que vivimos. La agenda para la reconstrucción tras el Covid-19 es a medio plazo, igual que el concepto de sostenibilidad que tienen las empresas”, afirma Ricardo Laiseca, responsable de la oficina de sostenibilidad de BBVA y jefe de innovación y data analytics de BBVA CIB.
Laiseca pone de relieve una realidad que se ha hecho evidente en los últimos meses: la convergencia del compromiso adquirido por parte de los países en materia de medio ambiente, social y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés) que sigue adelante y la necesidad ahora de reactivar las economías mundiales después de la pandemia. La recuperación precisará de financiación, y para la catalogada como verde o sostenible será una gran oportunidad.
“El cambio climático se mantiene como uno de los mayores retos globales a los que nos enfrentamos, y las decisiones que se tomen en el corto y el medio plazo tendrán consecuencias que perdurarán en el tiempo. Por este motivo, las políticas económicas y los estímulos para la recuperación deberían ser efectivos desde el punto de vista económico y social y, a la vez, estar alineados con la senda hacia una economía más sostenible, inclusiva y robusta”, explican fuentes de CaixaBank.
El Tesoro tiene previsto lanzar su primer bono verde en la segunda parte del año
Desde el inicio del año y hasta el pasado 25 de mayo se habían emitido en España casi 7.000 millones de euros en bonos verdes, sociales y sostenibles, lo que representa un crecimiento del 21% sobre el mismo periodo de 2019, según cifras de BBVA. “Enero y febrero fueron muy fuertes. Ha habido más participantes”, destaca Laiseca.
Evolución
En préstamos, el mercado ha estado algo más parado. Hasta la semana pasada se habían concedido 4.340 millones, lo que supone un descenso del 32% sobre 2019. “El movimiento en este segmento siempre es más tranquilo e iba a empezar a ser más fuerte en marzo, pero ha coincidido con la pandemia. En cualquier caso, la tendencia es al alza”, subraya Laiseca.
En total, la financiación sostenible suma en España 11.300 millones en 2020, después de que en el pasado ejercicio se destinaran 29.700 millones, con un crecimiento superior al 30%.
Las perspectivas para el conjunto del año son muy halagüeñas. Por ejemplo, Axa Investment Managers prevé una “fuerte demanda” de emisiones de bonos verdes. “La crisis actual llevará a los Gobiernos y otras entidades supranacionales a emitir miles de millones de deuda adicional. Es probable que el mercado de bonos verdes se beneficie de este exceso de emisión. España, Italia o Alemania ya han anunciado su intención de emitir un bono verde durante el ejercicio”, señaló hace unas semanas Johann Plé, gestor de la firma.
La CE favorece la financiación de proyectos relacionados con los ODS
En el caso de España, está previsto que el Tesoro se estrene en este tipo de mercado en la segunda parte del año. Plé dijo, además, que se espera que se incorporen nuevos sectores como el de telecomunicaciones y el de consumo.
El Covid ha propiciado una serie de situaciones que también van a precisar de la financiación sostenible. “La crisis económica derivada del coronavirus tendrá efectos muy negativos en muchas regiones, que se enfrentan a una reconstrucción de sus tejidos empresariales y sociales sin precedentes. Ya desde la Comisión Europea se está abordando esta recuperación, favoreciendo la financiación de aquellos proyectos que tengan en cuenta el cumplimiento de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), destinados a conseguir una economía más sostenible”, apunta Carmen Borondo, gestora de renta fija de la gama sostenible de Santander Asset Management.
Borondo pronostica que “el impulso de la inversión sostenible se redoblará en los próximos años, siendo especialmente importante el auge de los criterios sociales ante la necesidad de financiación de esta reconstrucción, de forma que llegue a todas las capas de la población y favorezca el desarrollo de las actividades relacionadas con la salud, la investigación, la distribución de la riqueza, la educación y la mejora de las condiciones de vida”. Todo ello, sin abandonar los acuerdos alcanzados hacia una economía más respetuosa con el planeta.
La emisión de bonos con criterios sociales ha crecido más de un 300% entre enero y abril a escala mundial, según la gestora de Santander.
Por otro lado, está previsto que en 2021 entre en vigor una directiva del Banco Central Europeo que incentivará a los bancos y entidades que concedan préstamos para potenciar una transición económica más sostenible y con menores emisiones de carbono.