Philip Morris: "Dudar de la ciencia por quién la financia solo retrasa los avances"
El director de operaciones de la compañía defiende que es "legítimo" querer investigar alternativas al cigarrillo tradicional
El responsable de operaciones de Philip Morris a nivel internacional, el polaco Jacek Olczak, defendió ayer las investigaciones científicas que la compañía tabaquera ha impulsado en los últimos años para abordar posibles alternativas al cigarrillo tradicional, y que como consecuencia han acabado en productos como su dispositivo de tabaco calentado Iqos.
En una conferencia organizada por la revista The Economist, Olczak salió al paso de quienes desacreditan estas investigaciones por el hecho de que sean financiadas por una compañía tabaquera como Philip Morris. "Históricamente la ciencia y la investigación ha estado respaldada por la industria farmacéutica o alimentaria. No creo que el problema sea que nosotros financiemos ciencia, porque esta está basada en elementos objetivos, sistemas de medición y está verificada por otros. Solo cuando completas todo eso puedes llegar a la conclusión de que los hechos realmente respaldan las hipótesis", desarrolló Olczak. En el caso concreto de su compañía, continuó, "partimos de hablar de productos de riesgo reducido para después llegar a la conclusión de que estos nuevos productos realmente lo reducen en base a todo tipo de estudios clínicos. Los hemos publicado todos, también los métodos y ahora depende de los reguladores y de los científicos verificarlo. La ciencia no pertenece a nadie. Que nosotros la generemos no debe ser motivo para ignorarla", añadió el ejecutivo.
Para este, el debate no debe ser si una investigación es más o menos válida por quién la impulsa o por la confianza que otros tengan en una empresa en cuestión. "Esto lo único que hace es retrasar el progreso y el beneficio potencial de la innovación y la ciencia", dijo Olczak, para quien los hechos deben ser los que deben cambiar estas percepciones negativas y, en última instancia, las políticas.
Como indica en su página web, Philip Morris ha invertido más de 7.500 millones de euros en ciencia e innovación de 2008 en la búsqueda de alternativas al tabaco tradicional, trabajo en el que ha colaborado con 400 científicos y técnicos de todo el mundo. Preguntado sobre si no es contraproducente que una empresa tabaquera como esta destine tantos recursos para algo que en principio puede castigar su modelo de negocio, el portavoz de Philip Morris defendió que "es nun objetivo muy legítimo querer reemplazar la combustión de los cigarrillos por mejores alternativas. Al final, si te pones el objetivo de resolver el problema del tabaquismo, pones distintas hipótesis sobre la mesa para poder desarrollar un producto que pueda reducir la exposición a sustancias tóxicas y, en última instancia, reducir el riesgo".
Estos avances van ligados de manera imprescindible de la aprobación de los reguladores. Philip Morris acumula más de tres años de conversaciones con la FDA estadounidense para que autorice vender Iqos como producto de riesgo reducido, algo aún pendiente de resolución. Algo para lo que el grupo tabaquero ha facilitado todas sus investigaciones de los últimos años.
La autoridad estadounidense en materia sanitaria sí dio luz verde hace un año la venta de este dispositivo en ese país, después de estar disponible en más de 40 mercados. Procesos que Olczak reconoce "muy lentos", pero a su juicio ese tiempo permite a la otra parte "sentirse cómoda a la hora de poder tomar la decisión de permitir o no la entrada de un producto en el mercado".