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Aerolíneas

El macroajuste de British generará batalla sindical y dispara la tensión en el resto de IAG

El presidente, Álex Cruz, argumenta que no habrá ayudas públicas para la británica

Aviones de British Airways aparcados en las cercanías de la terminal 5 del aeropuerto londinense de Heathrow.
Aviones de British Airways aparcados en las cercanías de la terminal 5 del aeropuerto londinense de Heathrow.Reuters
Javier Fernández Magariño

La mayor aerolínea de IAG, British Airways (BA), se enfrenta a duras negociaciones con los sindicatos para ejecutar el despido de hasta 12.000 trabajadores, casi un tercio de su fuerza laboral, por la paralización del transporte aéreo. El colectivo de pilotos Balpa ha calificado el anuncio de inesperado después de que el holding de aerolíneas diera reiteradas muestras al mercado de que podría soportar la crisis con 9.000 millones de liquidez.

“Los pilotos de BA y todo el personal están devastados. Lucharemos por cada uno de esos puestos de trabajo”, ha señalado el secretario general del sindicato, Brian Strutton. Durante 45 días la dirección de British, liderada por Álex Cruz, también deberá vérselas con las centrales Unite y GMB. La primera de ellas, en palabras de su secretario general, Len McCluskey, habla de traición y decisión despiadada.

El tijeretazo ha disparado la tensión en el resto de aerolíneas de IAG. Representantes del personal de Aer Lingus, donde se ha decidido una rebaja salarial del 50% en abril y mayo, se reúnen con la dirección este viernes sin que se hayan anticipado ajustes adicionales. En Iberia y Vueling también cunde la preocupación pese a la protección temporal en que se han convertido los ERTE por fuerza mayor. Fuentes sindicales no descartan un ERE voluntario en España.

Carta a la plantilla

Una vez comunicada la pretensión de reducir la fuerza laboral en British, el presidente Cruz se ha dirigido a la plantilla a través de una carta en la que afirma que no espera ayuda del Gobierno británico. Una previsión que choca con los salvavidas que Francia y Holanda van a lanzar a Air France-KLM, o con el respaldo financiero que Alemania va a prestar a Lufthansa.

La misiva arranca con el argumento de que un día cualquiera la aerolínea habría operado más de 300 vuelos desde Londres- Heathrow, “frente al puñado de operaciones actuales”. A renglón seguido hace alusión a que las medidas de ahorro de caja solo funcionarán a muy corto plazo, emplazando a “tomar medidas ahora”.

El presidente de BA, Álex Cruz, prevé que muchas aerolíneas se quedarán en la cuneta por esta crisis

Desde IAG se ha dibujado el negro escenario de una demanda de viajes que “tardará años” en volver a los niveles de 2019. Y Álex Cruz va más allá al prever que muchas aerolíneas se quedarán en la cuneta. El ejecutivo afirma que BA “está considerando todas las opciones para nuestra flota de aviones, la actual y la futura”. De momento, Air France y Lufthansa retiran los caros A380.

Convencido de que los despidos masivos pueden convertirse en cuestión de Estado, el Gobierno ha tratado de mediar en las últimas horas: “Reconocemos la angustia de los empleados de BA y sus familias, y estamos listos para dar apoyo”, señaló un portavoz del Gobierno en una nota enviada a Bloomberg, “el sector de la aviación es esencial para Reino Unido y las empresas pueden recurrir al paquete de medidas sin precedentes orquestadas por el Gobierno”. La privatización de British queda muy lejos, en 1987, pero el país la sigue sintiendo como aerolínea de bandera y es clave para la conectividad.

Con el 90% de la flota en tierra, la empresa ha accedido al programa de retención de empleos Covid-19 del Reino Unido para dejar en casa de forma temporal a 23.000 trabajadores. Fuentes del sector argumentan que este sería el momento menos malo, ante la nula actividad, para afrontar una batalla y tratar de reducir costes de personal. En el sector aéreo cada vez son menos los que confían en una efervescente demanda cuando se levanten las restricciones.

“No podemos esperar que los contribuyentes compensen los salarios indefinidamente. Cualquier dinero que tomemos prestado ahora solo será a corto plazo y no abordará los desafíos que enfrentamos”, concluye Álex Cruz en la nota recibida por sus trabajadores.

Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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