Rescatar EDF marcaría un cambio abrupto en los planes de Macron
Su enfoque liberalizador se está desbaratando rápidamente, empezando por Air France-KLM
El coronavirus podría acabar con el enfoque de mercado abierto del presidente francés, Emmanuel Macron. El bloqueo económico ya ha llevado a la aerolínea nacional Air France-KLM a los brazos del Estado y puede hacer lo mismo con el gigante de los servicios públicos EDF. Los planes para privatizar o vender activos públicos, incluido el operador de los aeropuertos más grandes de Francia, se están desbaratando rápidamente.
Si los inversores pensaban que las empresas de utilities eran un lugar relativamente seguro para esconderse del caos del mercado, el daño sufrido por EDF habrá provocado que se lo replanteen: la menor demanda de energía y la caída de los precios de la electricidad pueden obligar a la empresa de 21.000 millones de euros a buscar una inyección de capital durante este año, según una fuente cercana. El consejo aún no ha debatido esa cuestión, dice la misma fuente. La compañía no comenta la información y asegura que cuenta con una fuerte liquidez.
Nacionalizar simplemente la compañía dirigida por Jean-Bernard Levy puede resultar más fácil. El problema radica en el enorme endeudamiento neto de la empresa –unos 41.000 millones de euros– y las costosas reparaciones necesarias en las envejecidas centrales nucleares francesas, que representan alrededor de las tres cuartas partes de la electricidad doméstica.
Los analistas de Morningstar consideran que esta crisis hará que la deuda neta de EDF multiplique por 3,3 el ebitda previsto para 2020, 14.100 millones de euros. Para reducirla al objetivo de Levy, 2,6 veces, EDF tendría que recaudar 10.000 millones, casi la mitad de su actual capitalización de mercado. Incluso si Levy opera temporalmente con un mayor apalancamiento de solo 3 veces el ebitda, el grupo necesitará otros 4.000 millones de capital.
Cualquiera de esas cifras representaría la segunda recapitalización de la compañía en tres años. El hecho de que los dividendos –la razón principal para invertir en una empresa de servicios públicos– se hayan suspendido de cara al futuro próximo hace que EDF no sea apta para los mercados de acciones.
La nacionalización del grupo, del que el Estado posee el 83,5%, costaría alrededor de 3.500 millones de euros tras caer en Bolsa un tercio en lo que va de año.
Hacerlo marcaría un cambio abrupto en los planes de Macron para liberalizar la economía francesa. Pero EDF no está sola en sus problemas financieros: se espera que Air France-KLM, la aerolínea nacional, consiga un acuerdo de rescate respaldado por el Gobierno de 10.000 millones de euros.
En última instancia, comprar a los sufridos accionistas podría ser positivo. Según los planes de reestructuración planteados el año pasado, Macron podría mantener el negocio nuclear y volver a sacar a Bolsa los activos renovables de la empresa más adelante.
El coronavirus puede haber dado un duro golpe a los planes de privatización de Macron. No tiene por qué ser irreversible.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías