La receta china para curar su economía del Covid-19
El Ejecutivo ha implantado medidas fiscales por más de 322.000 millones de euros
En vísperas de la apertura de Wuhan, epicentro del coronavirus que ahora impacta en Europa y América, la economía china ya da muestras de estar curándose también. El PMI manufacturero de marzo repuntó hasta los 52 puntos, frente al mínimo de la serie histórica registrado en febrero (35,7 puntos).
Han transcurrido más de dos meses desde que China cerrara la región de Hubei e implantara medidas en todo el país para contener la propagación del virus. Todo ello ha dado sus frutos y desde el 18 de marzo, Wuhan no registra contagios locales, por lo que el gigante asiático levantó el día 25 las restricciones de Hubei y hará lo mismo el 8 de abril en Wuhan. Para entonces, ya llevarán varias semanas funcionando a pleno rendimiento la mayoría de las empresas exteriores a la región.
Ahora comienza el reto de comprobar si las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo durante estos meses han servido para limitar los efectos económicos de la crisis sanitaria. Todas ellas han estado orientadas a tres objetivos: dar apoyo a las empresas para evitar quiebras e impagos y limitar la inestabilidad en el sistema financiero; compensar las pérdidas de ingresos de compañías y hogares; y estimular la actividad económica para lograr una recuperación rápida, explica Christine Peltier, economista de BNP Paribas.
Los resultados ya se han apreciado, al menos, en forma de la confianza de los inversores: el CSI 300 cede un 9% en el año mientras que el Hang Seng cae un 17%, casi la mitad de los desplomes registrados en España (-31%) o EE UU, con el Dow Jones perdiendo más de un 25%.
Durante estas semanas el Gobierno chino ha puesto en marcha medidas fiscales por valor de más de 322.000 millones de euros, como fomentar la inversión pública, incrementar el gasto destinado al sector sanitario y eximir o recortar las cargas fiscales para fomentar la inversión y el consumo o aliviar los pagos a la Seguridad Social por parte de los empresarios. En materia monetaria, el Ejecutivo ha realizado inyecciones de liquidez a corto plazo, reducido los ratios de reservas requeridos a las entidades financieras, puesto en marcha programas de refinanciación y créditos especiales para empresas por unos 137.000 millones y directivas para que los bancos proporcionen a estas un soporte económico y flexibilizado las normas de gestión de riesgos para los bancos y para la emisión de bonos corporativos y la venta de acciones en mercados locales, detalla Peltier.
No obstante, la economista afirma que el Gobierno chino aún podría implantar nuevas medidas gracias a la solidez de sus finanzas y a las elevadas reservas del banco central, aunque en el ámbito monetario, las acciones estarán más limitadas por los esfuerzos realizados por los Ejecutivos locales y la deuda de las empresas.
Todo ello podría quedar en saco roto si China no acelera su recuperación y se prepara para un nuevo golpe en los siguientes meses por una caída de la demanda externa como consecuencia del impacto del Covid-19 en el resto del mundo.