Bancos centrales de todo el mundo actúan para evitar una crisis de liquidez
La Fed y los bancos de Australia, Noruega, Japón y Corea actúan para evitar que se acumulen las tensiones crediticias
La propagación del brote de coronavirus está poniendo a los mercados de financiación bajo presión, llevando a los bancos centrales a llevar a cabo medidas extraordinarias. El objetivo de las entidades, así como de la Fed, es contener una posible subida de los tipos a corto plazo en el mercado de préstamos institucionales ante el pánico de los inversores. Es decir, evitar que bancos u otros inversores dejen de prestarse dinero entre ellos o a las empresas (o lo hagan a tipos muy altos), entidades cuentan con esta provisión de préstamos a corto plazo para su operativa diaria, sin la que pueden tener dificultades financieras serias.
Ayer la Fed se comprometió a proporcionar un total acumulado de más de 4,5 billones de euros en dinero en efectivo, tratando así de contener los signos de colapso en el mercado. En concreto, la Reserva Federal de Nueva York, la encargada de liderar las intervenciones en el mercado en nombre del banco central, creará nuevas operaciones en el mercado de repos (donde operan los bancos para captar financiación a corto plazo con otros activos como garantía) y empezará a comprar deuda pública a más plazos diferentes como parte de su programa de compras mensuales.
Los bancos centrales de Japón y Australia se han unido a la Reserva Federal en la provisión de efectivo a unos mercados financieros profundamente estresados en una de las peores semanas para la historia de las Bolsas. El Banco de Japón ofreció comprar 200.000 millones de yenes (1.700 millones de euros) de bonos en una operación no programada, sumándose a una inyección previa de liquidez a corto plazo. El Banco de la Reserva de Australia añadió 8.800 millones de dólares australianos (4.900 millones de euros) a través de su programa diario operaciones de recompra. También el Banco de Canadá ha aumentado la frecuencia de las operaciones de recompra, que ahora serán semanales y no quincenales.
Norges Bank, el banco central de Noruega, ha decidido bajar en 50 puntos básicos el tipo de interés de referencia de su política monetaria, hasta el 1%, tras mantener una reunión de emergencia para abordar el impacto del coronavirus en la economía del país y asegurar la estabilidad económica ante el riesgo de una "recesión pronunciada", según ha anunciado la institución en un comunicado.
"Existe una considerable incertidumbre sobre la duración y el impacto del brote de coronavirus, con el riesgo de una recesión económica pronunciada", ha asegurado el banco central, añadiendo que está vigilando de cerca la evolución de los acontecimientos y está preparado para hacer más recortes de los tipos de interés.
En este sentido, Norges Bank ha reconocido que una bajada de tipos no puede evitar que el brote de coronavirus tenga un impacto sustancial en la economía noruega, pero sí podría amortiguar la recesión y mitigar el riesgo de efectos más perjudiciales en el empleo y la actividad "La misión de Norges Bank es promover la estabilidad económica. Lo hacemos garantizando unos sistemas de pago y mercados financieros robustos y eficientes, y ajustando el nivel de la tasa de interés a la situación económica", ha subrayado.
Además del recorte del precio del dinero, el banco central noruego ha anunciado que llevará a cabo una serie de subastas extraordinarias de liquidez a tres meses "por el tiempo que sea necesario" en las que las entidades verán completamente satisfechas sus demandas de fondos y el tipo aplicado será el de referencia.
Su vecino, el Banco de Suecia, prestará 51.000 millones de dólares (unos 45.000 millones de euros) a las compañías a través de los bancos para garantizarles el acceso al crédito mientras dure la alarma sanitaria. El Riksbank aseguró: "Las medidas tomadas en esta situación deben ser consideradas como una forma de seguro que permite a las empresas suecas, especialmente a las pequeñas y medianas , sentirse seguras de que el suministro de crédito no fallará".
Las medidas se suman a las anticipadas por el BCE ayer, que dejaron al mercado profundamente decepcionado. Chiristine Lagarde anunció que rebajará los requisitos de capital para la banca, un aumento de en torno al 50% de las compras de deuda y una nueva línea de liquidez para los bancos, de modo que puedan prestar más dinero al sector productivo. Pero las medidas, a juzgar por la reacción de las Bolsas, se quedaron cortas.
El objetivo de las compras de deuda, igualmente, es intentar mantener bajo control los tipos a corto plazo, y permitir así que no se disparen los costes de financiación. "Un período más largo de actividad económica debilitada durante una amenaza de pandemia puede restringir la liquidez de las empresas y de algunos Estados soberanos", dijo a Bloomberg Ayako Sera, una estratega de mercado de Sumitomo en Tokio.
Las inyecciones de liquidez han llegado llegaron mientras los inversores sacan dinero de casi todos los mercados y activos, mientras las empresas se apresuran a emitir papel a corto plazo para evitar problemas de efectivo. El miedo del mercado y la necesidad de liquidez hacen que incluso el oro haya bajado de precio.
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