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Canarias

One Up: una vida extra al alcance de la mano

Del tamaño de un paraguas plegable, el salvavidas portable autoinflable de la startup canaria One Up Saves se expande por todo el mundo

En el archiconocido videojuego Super Mario Bros., cada vez que el protagonista gana una vida extra, en pantalla aparece 1 up. A partir de ese simple y a la vez visual concepto, el joven emprendedor canario Saúl de León, de 32 años, ha creado un producto que pretende (lo está haciendo ya) salvar muchas vidas. Es One Up, un salvavidas portable y autoinflable en menos de dos segundos, del tamaño de un pequeño paraguas plegable, cuyo éxito está haciendo que su expansión por todo el mundo sea imparable.

Todo surgió hace cuatro años cuando Saúl, fundador y consejero delegado de la startup One Up Saves, vio por televisión a unos miembros de Cruz Roja quejarse de las dificultades que se encontraban al tratar de rescatar en El Mediterráneo a los inmigrantes que pretendían alcanzar las costas europeas y cuyas embarcaciones acababan de volcar. “Ellos eran los primeros en llegar en motos de agua al lugar donde había 70 u 80 personas ahogándose a la vez. Pero ni si quiera podían meterse en el núcleo del problema porque la gente, al estar en estado de pánico, al agarrar la embarcación podían hundirlos a ellos también. Por eso se quedaban por fuera del perímetro, ayudaban a unos o a dos mientras veían como el resto morían”. Fue esa imagen la que lo llevó a cuestionarse: “¿Por qué no crear algo pequeño, ligero y compacto que se pueda lanzar desde una distancia segura y que una persona pueda trasportar muchas unidades?”.

Este licenciado en Geografía, aunque con gran inquietud por la Ingeniería, se puso a trabajar en las respuestas a esa pregunta. Comenzó a buscar materiales en náuticas y a través de Internet para crear su primer prototipo, y mientras iba investigando, se iba informando sobre los ahogamientos. “Vi que era un problema global, y que One Up servía para una causa mayor que no es solo la del Mediterráneo: familias con niños en la playa, turistas, pescadores, fuerzas y cuerpos de seguridad…”. Se dio cuenta de que se le abría un abanico de posibilidades, y que el producto podía dar paso a la creación de una empresa. Si bien el primer prototipo “funcional” lo hizo él solo, después se asoció a su amigo Luis Borges, con experiencia en la fabricación de drones, “a quien conocía del mundo del surfing”, señala. A raíz de esa unión, lo mejoraron y comenzaron a fabricarlo en serie y a gran escala.

Hizo las pruebas de aquel primer prototipo a principios de 2017 con telas plásticas que se sellaban con calor, utilizando materiales que se utilizan en seguridad aeronáutica y naval, y con botellas de CO2. Los primeros test tuvieron como testigo a su familia en la playa de El Confital, en Las Palmas de Gran Canaria. Cuando vieron que funcionaba, lo presentaron ese mismo año a los premios a la innovación Philip Morris Internacional y a los de Mejor Startup Social de Vitalia, y ganaron ambos. “Vimos el carácter internacional del producto en un primer momento”, explica Saúl, quien recuerda que fue ahí cuando empezaron a “meterle inyección” al proyecto.

Lo hicieron mediante una campaña de crowfunding a nivel mundial, aunque muy enfocados en EEUU. “Presentamos un vídeo del producto sin que estuviera producido en masa, y la gente, mediante sus compras, nos financiaba para poder desarrollar sus productos”. Pedían unos 30.000 dólares para llegar a su objetivo, y en poco más de 20 días llegaron a los 37.000. Con ese dinero fabricaron su primera producción en serie, a mediados de 2018. Después de esa campaña llegaron los primeros distribuidores internacionales: Noruega, Francia o Maldivas, y también sus primeras ventas a administraciones y entidades públicas como Salvamento Marítimo (One Up está en todos los barcos de España), Cruz Roja, ayuntamientos o policías.

Idea del proyecto

Saúl resume gráficamente en qué consiste One Up: “Hemos cogido el típico aro salvavidas y lo hemos reducido 20 veces, y ya lo puedes poner en infinidad de sitios. Antes un policía no concebía tener un salvavidas en su coche, aunque muchas veces eran ellos los primeros en llegar a una zona de rescate, pero ahora, con One Up, pueden meter dos o tres unidades en la guantera”. Afirma que lo que pretenden es crear una red de seguridad mundial “en la que todos seamos protagonistas, que sea un invento imprescindible en nuestro día a día”. El precio de cada unidad es de 99 euros, y son reutilizables.

Saúl apunta que One Up sirve además para concienciar en campañas contra los ahogamientos, para dárselos a las familias o en sectores como el hotelero. Por supuesto, también para cualquier usuario, como un pescador: “Si se cae al agua, se infla automáticamente, no tiene que hacer nada”.

Ahora, para continuar su expansión, han cerrado la distribución del producto en España y EEUU con Náutica El Prix, del grupo canario Fedola, con distribución exclusiva en ambos países.

Acaban además de ganar el premio Emprendedor XXI en Canarias de La Caixa, que les aporta la posibilidad de seguir un programa internacional de acompañamiento en Silicon Valley y les ayudará a escalar el proyecto, “para llevarlo a otro nivel”, reconoce Saúl.

Tótems en zonas de baño

Para complementar el One Up, también han creado un nuevo elemento, un tótem. Se trata de una columna “inteligente” que se coloca en las zonas costeras de baño. Mide 1,80 metros de alto, dispone de un panel solar que la hace completamente autónoma y viene equipada con tres salvavidas One Up. “Cuando alguien ve una situación de emergencia, rompe el cristal con un martillo, suena una alarma acústica y otra visual y le pone en contacto automáticamente con los servicios de emergencia”. Saúl especifica que con ello están poniendo al servicio del ciudadano un punto de seguridad las 24 horas operativo, “sobre todo en zonas donde no hay vigilancia o cuando se vaya el socorrista”. Aclara que el tótem no pretende sustituir la labor del socorrista, sino cubrir aquellos puntos en los que esta figura no existe para permitir que la red de rescate sea más amplia. Por el momento, ya hay dos instalados en la playa de Las Canteras de la capital grancanaria, y próximamente los habrá también en El Hierro y La Gomera.

Datos de One Up

Fabricación. Hasta el momento, se han creado más de 40.000 unidades de One Up. La apuesta internacional más próxima de One Up Saves pasa por países como Estados Unidos o Emiratos Árabes Unidos.

Crecimiento. De 2018 a 2019, el crecimiento de los ingresos se multiplicó por 10, y en lo que va de año, el doble que el anterior. La empresa emplea ya a cinco personas, y terminará 2020 con ocho empleados.

Facturación: La facturación del One Up ascendió en 2019 a 1,2 millones euros en todo el mundo. En 2020 espera llegar a cinco millones. De aquí a cinco años las previsiones de ingresos, solo en España, son de unos 30 millones de euros.

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