Japón pide a Interpol que emita una orden de arresto contra la esposa de Ghosn
Carole Ghosn asegura que la petición de arresto de Japón es "un acto de venganza" por la fuga de su esposo
La fiscalía de Tokio, que investiga las supuestas irregularidades financieras cometidas por el ejecutivo en Japón, obtuvo esta semana una orden de arresto por perjurio contra Carole, de 53 años, y ha pedido a la organización intergubernamental colaboración para poder ejecutar la orden, según recogió la cadena pública japonesa.
Los investigadores de la fiscalía acusan a Carole de haber mentido en el reconocimiento de un testigo, un ejecutivo indio conocido de su marido supuestamente involucrado en una serie de transferencias fraudulentas que le habrían beneficiado personalmente.
Durante su declaración, que se remonta a abril del año pasado, Carole negó conocer al empresario, pese a supuestamente haber intercambiado mensajes con él varias veces, según la fiscalía.
El equipo de fiscales a cargo de la investigación también sospecha que la esposa de Ghosn podría haber destruido pruebas relacionadas con el caso, señalaron a NHK fuentes conocedoras de la petición.
Carole ha negado las acusaciones y señalado que la petición de arresto de Japón es "un acto de venganza" por la fuga de su esposo. Las fiscalía no quiso confirmar ni desmentir la información y la Interpol no ha hecho pública de momento ninguna notificación para Carole Ghosn o Carole Nahas, su apellido de soltera.
Carole se encuentra actualmente en Beirut (Líbano) con Ghosn, de 65 años, quien llegó al país en la víspera de Año Nuevo tras huir clandestinamente de Japón.
Carlos Ghosn tiene nacionalidad libanesa, brasileña y francesa, y su esposa Carole, libanesa y estadounidense. El Líbano y Japón no cuentan con un tratado de extradición, por lo que la posibilidad de que alguno de los dos sean arrestados es poco probable, aunque la petición a Interpol podría restringir sus actividades en el extranjero.
De momento, la fiscalía libanesa, que está investigando a Ghosn por un caso distinto al japonés y vinculado a sus intereses nacionales, ha prohibido al empresario salir del país.