Necesitamos medidas a más largo plazo
Para hacer frente a una situación que los economistas prevén, pero que los políticos ignoran
Ante la deficitaria situación que presentan las pensiones, el Banco de España ha vuelto a manifestar la necesidad de adoptar determinadas prácticas que doten de sostenibilidad y rigor para salvaguardar nuestro sistema de pensiones. Un sistema de pensiones que, en estos momentos, se halla en una situación bastante complicada al presentar un déficit cada vez más insostenible y no afrontable con medidas de aumento de impuestos a las clases altas.
La situación, al hilo del último informe que presenta el Instituto de Estudios Económicos, muestra una coyuntura más que deficitaria, lo que impide que la reserva de la hucha de las pensiones pueda afrontar el pago de la totalidad de las prestaciones durante un año. Y digo de la totalidad, pues, dado el elevado nivel de déficit que soporta el sistema, parte de las prestaciones que reciben los pensionistas durante un año deben abonarse mediante la contratación de deuda.
Desde el año 2016, el sistema de pensiones presenta un déficit que en estos momentos se sitúa cerca de los 18.000 millones. Ahora bien, ante las previsiones de los analistas, la situación a futuro deberá afrontarse con nuevas medidas y reestructuraciones en el pacto de Toledo. De acuerdo con las propias estimaciones de BBVA Research, en España se espera que la tasa de dependencia, la cual mide la relación entre el número de cotizantes y el número de pensionistas, derive hacia la paridad. Una paridad que pretende alcanzarse en 2050, cuando la generación de los baby boomer alcance la edad de jubilación y el déficit de pensiones llegue a su pico máximo, cuando que se espera que el coste de las pensiones llegue a representar cerca del 10% de nuestro PIB.
Se trata de una situación que los economistas ya prevén, pero que los políticos ignoran. La población está experimentando un fenómeno de concentración en las escalas más envejecidas de población. Además, el desempleo juvenil en España es de los más elevados de toda la Unión Europea, y ocurre los mismo en términos absolutos. Matemáticamente, estamos en una situación de quiebra, por lo que confiarlo todo a la contratación de deuda para afrontar el pago de las pensiones puede suponer un auténtico suicidio.
Francisco Coll es Economista y analista del servicio de estudios de Civismo