Santander y BNP Paribas refinancian su ‘joint venture’ de crédito hipotecario
Las entidades amplían a 2029 el vencimiento de 80 millones en deuda subordinada de Unión de Créditos Inmobiliarios
El establecimiento financiero de crédito controlado al 50% por BNP Paribas y Santander está poniendo orden en su balance. Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI) “ha llevado a cabo un proceso de reestructuración de la deuda subordinada que mantenía con sus accionistas”, según ha comunicado al Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF), propiedad de BME.
Esta entidad, especializada en conceder créditos hipotecarios, ha cancelado deuda subordinada por 80 millones de euros que vencía entre mayo de 2023 y noviembre de 2024. Al mismo tiempo, UCI ha formalizado un nuevo pasivo, también subordinado, con sus dueños y por el mismo importe. El efecto último es que toda la deuda de la firma ampliará su vencimiento hasta diciembre de 2029.
El pasado septiembre, UCI emitió bonos contingentes convertibles (cocos, en la jerga) por 82 millones que cotizan en el MARF. La firma especializada en crédito hipotecario colocó esta deuda, por la que paga un cupón anual del 7,5%, entre sus dos dueños. Lo hizo para reforzar sus fondos propios y anticipar los requerimientos de capital regulatorio de los establecimientos financieros de crédito y diversificar sus fuentes de financiación.
El pasado mes de julio, fue el primer establecimiento financiero de crédito español que emitió cédulas a través de una operación estructurada. El método: una titulización que tiene como subyacente cédulas hipotecarias emitidas por ella misma. La colocación inaugural fue de 500 millones, pero su programa de emisión tiene un límite que triplica ese importe inicial, al alcanzar los 1.500 millones.
UCI, fundada en 1988, cuenta con 20 agencias por toda España y nueve en Portugal y una parte importante de su negocio está en su alianza con más de 2.500 agencias inmobiliarias. El número de clientes supera los 350.000 y su plantilla asciende a más de 700 personas. En 2018 concedió hipotecas por 709,2 millones, lo que supone un crecimiento del 31,7% frente a 2017, con 524 millones en España y 185,2 en Portugal, según su último informe anual. Su volumen total de préstamos hipotecarios era de 10.913,6 millones.
El margen bruto consolidado obtenido por el grupo en el ejercicio mencionado alcanzó los 170 millones de euros, un 4% inferior, debido a que en 2017 registró unos extraordinarios por el reconocimiento como ingresos de los productos generados por créditos reestructurados que no eran dudosos en el momento del acuerdo de reestructuración.
La tasa de morosidad de UCI era al cierre de 2018 del 9,11%, si bien el saldo dudoso “subjetivo” supondría la suma de 3,6 puntos porcentuales adicionales.