Macron renuncia a su pensión vitalicia para dar "ejemplo"
Está estipulada en 6.220 euros brutos al mes para los expresidentes de Francia
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado el domingo su intención de renunciar a la pensión vitalicia que le corresponde cuando deje de ser presidente, un gesto que busca ser "ejemplar" en medio de las protestas y la huelga indefinida contra la reforma de las pensiones que ha planteado su Gobierno.
"No recibirá esta jubilación prevista por ley al final de su mandato porque considera que esta ley está destinada a normalizarse. Por lo tanto, no la aplicará. Tampoco liquidará esta suma cuando se jubile. Estamos en una era en la que los funcionarios electos deben ser ejemplares", ha explicado un asesor presidencial en declaraciones recogidas por el periódico Le Parisien.
El presidente tiene un régimen específico de jubilación conforme al Artículo 19 de una ley de 1955 por la que percibiría una pensión vitalicia equivalente al salario de un consejero de estado: 6.220 euros brutos al mes. La suma no está sujeta a ninguna condición de edad, mandato o límite de ingresos.
Según Le Parisien, el objetivo es establecer un nuevo mecanismo para que Emmanuel Macron y todos los jefes de Estado posteriores entren en el régimen universal de puntos incluido en la propuesta de reforma de las pensiones.
Además, Macron ha anunciado que no se sentará en el Consejo Constitucional al final de su mandato conforme le corresponde por ser expresidente y que renuncia a la compensación de 13.500 euros mensuales que incluye este puesto.
En respuesta, el dirigente opositor y líder de La Francia Insumisa Jean-Luc Mélenchon ha criticado el anuncio porque "él tiene los medios para prescindir de una jubilación de 6.000 euros, pero la mayoría de las personas no tienen estos medios. Yo personalmente no los tengo", ha afirmado Mélenchon en declaraciones a BFMTV. "La jubilación no es un privilegio", ha remachado. Además, ha criticado la "demagogia" del gesto. "No me impresiona".
La propuesta de reforma laboral de Macron prevé la abolición de los regímenes especiales de sectores como el ferroviario y obliga a trabajar más años y hasta los 64 para conseguir una pensión completa. En respuesta, hace dos semanas comenzó una huelga general indefinida que ha paralizado buena parte del transporte.
Este domingo de nuevo hay servicios reducidos en ferrocarriles, según ha informado la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses (SNCF), que ha señalado además la suspensión de la mitad de los trayectos de los trenes TGV de alta velocidad.