La crisis sigue golpeando a los jóvenes y los aleja de la vivienda y del ahorro
Son el grupo más castigado por la crisis, su renta cae un 18% desde 2010
Algo está pasando con los jóvenes en España. En concreto con su renta y su riqueza. Son el grupo más castigado y el que más sigue sufriendo las consecuencias de la crisis económica. Así, el nivel medio de ingresos en los hogares cuyo cabeza de familia es menor de 35 años estaba en 2016 un 18% por debajo del nivel medio de 2010. En concreto, han pasado de 27.700 a 22.800 euros. En cuanto a la riqueza, están aún un 56% por debajo de la que tenían en 2011.
Son algunos de los datos que refleja la Encuesta Financiera de las Familias de 2017 que publicó ayer el Banco de España y que realiza cada tres años. En ella se ofrece una radiografía de la renta, riqueza, activos y el endeudamiento de las familias españolas en comparación con las previas.
La encuesta ofrece más signos que reflejan esta realidad: una caída del 8,3% en el porcentaje de menores de 35 años propietarios de su vivienda (4,5% en el resto de grupos); un descenso en el peso relativo de los hogares jóvenes; un aumento del porcentaje de estos que viven con sus padres y una pérdida de peso de los hogares unipersonales de este colectivo.
La encuesta señala por contra un grupo que ha sorteado la crisis con mejores resultados que la media. Son los hogares donde el cabeza de familia tiene estudios universitarios, trabaja por cuenta propia y alcanza su máximo de ingresos en el grupo que tiene entre 55 y 64 años.
Así, las familias con mayor renta y riqueza destinan cada vez una mayor parte de su deuda a invertir en inmuebles que no son su vivienda principal, pasando del 31,3% en 2014 al 37,6% en 2017, frente a la media nacional del 21,7%, lo que provoca un aumento sustancial de hogares con altos niveles de ingresos que son propietarios de casas en las que no residen (pasando del 38,1% al 44% en este periodo).
Estos datos dejan intuir algunas conclusiones: los jóvenes tienen más dificultades para ahorrar y financiar la compra de una casa, por lo que acuden al mercado del alquiler, donde las rentas más altas están invirtiendo para cubrir una demanda que está aumentando.
Fuentes del Banco de España no hacen interpretaciones de estos datos, pero destacan la necesidad de contar con un buen funcionamiento de mercados como el del alquiler, el laboral, o la educación y la formación, etc, para lograr un crecimiento más estable y socialmente sostenible. Sin olvidar la importancia de las pensiones, en unos momentos en los que se están produciendo grandes cambios demográficos.
El objetivo es reducir la desigualdad, que en los resultados de la encuesta arroja una de cal y otra de arena. De un lado, el crecimiento del empleo contribuyó a reducir moderadamente las tasas de desigualdad en las rentas laborales. Sin embargo, en cuanto a la riqueza, la desigualdad no se redujo en el periodo 2014-17: la razón es que hubo una recuperación de las rentas procedentes de activos, cuya distribución se concentra en hogares con riqueza media-alta.
El hogar medio, en cifras
La renta media de los hogares españoles subió un 11,5% entre 2013 y 2016, a 34.900 euros, un nivel similar al de 2010. Entres sus activos inmobiliarios perdió peso la vivienda principal (46% en 2014, 43,3% en 2017) y lo ganaron otras propiedades (del 25,4% al 28,3%). La deuda por la compra de la vivienda principal cayó (4,5%) y aumentó la de otras propiedades (4%). Un 53,2% de los hogares tenían alguna deuda en 2017 (35.000 euros de importe mediano) incluyendo las de la compra de coches, reformas en el hogar, cancelación de deudas y su actividad empresarial. Entre los activos financieros destacan los planes de pensiones (16,2%), acciones no cotizadas y participaciones (13,8%), acciones cotizadas (13%), fondos de inversión (9,4%) y valores de renta fija (0,3%).