El déficit crece un 14% por el desvío regional mientras que la recaudación se estanca
El agujero fiscal se sitúa en el -1,68% pese a que el del Estado cae con fuerza mientras que los ingresos tributarios avanzan un 0,8%, al menor ritmo de la recuperación
Las cuentas públicas de España encaran un cierre de año complejo a tenor de los datos publicados este jueves por el Ministerio de Hacienda y la Agencia Tributaria, que comunicaron que el agujero fiscal ha crecido un 14% mientras que los ingresos públicos han comenzado a estancarse.
Así, el déficit del conjunto de las administraciones públicas, excluidas las corporaciones locales, se situó en el -1,68% el PIB a cierre de septiembre (20.957 millones de euros) pese a que el del Estado cae cuatro décimas en un mes, al -0,85%, casi la mitad que ese mes en 2018.
Hasta octubre, el agujero del Estado se rebaja un 20,7% interanual, al -0,5%. Esta mejora se explica por el alza del 2,5% en los ingresos totales (por la subida de las cotizaciones y la inercia de la recaudación), frente a un avance del gasto de solo el 1,4% en medio de la parálisis política. Descontados los intereses devengados, el saldo primario positivo asciende a 14.374 millones, el 1,15%.
Una foto que empañan las comunidades autónomas, que pasan de un superávit de 1.591 millones a un déficit de 3.684 millones de euros, el -0,29% del PIB, lo que se debe en parte a que, ante la falta de Presupuestos, las regiones han tardado en recibir las entregas a cuenta y el Estado se ha quedado los 2.500 millones de IVA de diciembre de 2017, afectado por el nuevo sistema de información SII. Así, los ingresos regionales crecen un 1,5% pero su gasto sube un 5,6% empujado por el alza de los salarios públicos. Finalmente, los Fondos de la Seguridad Social registran un déficit de 6.690 millones, un 0,54% del PIB, frente al 0,49% de 2018.
Hacienda aspira a cerrar el año con un déficit conjunto del entorno del 2%, si bien la evolución de la recaudación podría complicarlo. A cierre de octubre, los ingresos tributarios avanzan ya solo un 0,8% interanual, tras acumular meses creciendo por encima del 2%, lo que supone el ritmo más lento para el cierre de un tercer trimestre desde la salida de la crisis. El fisco achaca esta pérdida de fuelle a varios factores, algunos estacionales. Pese a que octubre es el mes de más recaudación del año, esta vez los ingresos caen un 4,7%, porque cinco grandes grupos que en 2018 multiplicaron su aportación en otoño este año la han anticipado, rebajando el ingreso del mes en 2.245 millones.
A su vez, la recaudación del año se ve mermada en 1.333 millones por créditos fiscales y en 1.682 millones de la devolución del IRPF de las prestaciones de maternidad. Más allá, el fisco alerta de una “desaceleración” en las retenciones del trabajo –que ya comparan con un periodo de alza de sueldos públicos en 2018– y una “ralentización” en la del IVA, mientras la economía española se enfría.