La otra cara de la moneda de la digitalización
Desde CIAE se critica duramente la manera en la que las grandes plataformas se relacionan con el mercado laboral.
La digitalización es uno de los grandes retos que tiene por delante el colectivo autónomo a corto y medio plazo. Los datos señalan que aquellas pymes y autónomos que han abordado este proceso obtienen mejores resultados económicos, pero también se observa que el uso de las nuevas herramientas esconde una legislación laboral llena de carencias, de la que se aprovechan las grandes plataformas.
La contratación de falsos autónomos se convierte en el lado oscuro de la digitalización, según la Confederación Intersectorial de Autónomos del Estado Español (CIAE). Este problema, dicen, está dejando un “pasaje de tierra quemada” en lo que respecta a los derechos laborales y sociales, así como aporta pocas garantías de “respeto y dignidad” que deben regir en el mercado de trabajo.
Para esta organización, estas prácticas distorsionan el sector empresarial y perjudica la justa competencia. Además, denuncian la utilización de las personas como mercancías a las que “se valora siguiendo unas normas degradantes de premio y castigo”.
Todo ello implica que estos falsos autónomos tengan jornadas laborales de hasta 70 horas semanales en unas condiciones salariales de precariedad.
Hacer uso de la inteligencia artificial para que los trabajadores que se contraten como falsos autónomos sean tratados de una manera retrógrada es un atraso, en palabras de CIAE.
Estas prácticas han sido tildadas por la organización de inmorales y deshumanizadas, así como recuerdan que ya existen sentencias en los tribunales españoles que han obligado a las empresas a poner en nómina a ‘riders’ que eran tratados como autónomos.
Desde CIAE se apuesta por desarrollar un marco ético y jurídico en torno a la inteligencia artificial aplicada al mercado laboral, que tenga como base los derechos fundamentales de la Unión Europea y la legislación internacional en materia de Derechos Humanos.