Epígrafes. Pistas para saber qué grupo corresponde a tu actividad
Encuadrar tu negocio en una de ellas es un paso obligatorio a la hora de emprender.
Todo autónomo que quiera iniciar una actividad económica en España debe realizar una serie de trámites, y uno de ellos es el alta en el IAE (Impuesto de Actividades Económicas). En principio parece un proceso sencillo, pues a priori se trata únicamente de registrarse dentro de uno de los epígrafes que existen. Su finalidad es la de categorizar o clasificar el tipo de negocio que se va a iniciar.
El problema es que existen diferentes subcategorías. Esto, unido al avance de nuevos tipos de profesiones genera en ocasiones confusión. Al margen de errores que pueden determinar encuadramientos fiscales erróneos.
Existen tres grandes bloques: el de las actividades empresariales, el de las actividades profesionales y el de las actividades artísticas, cada uno con sus respectivos epígrafes o apartados
Las primeras se destinan a empresas que se dedican a sectores como la energía y el agua, la extracción de minerales o la industria química en sus tres primeras divisiones. Pero también se engloban aquí la industria de los metales, la construcción, el comercio, el transporte o los seguros y las empresas de alquileres. Por poner algunos ejemplos. También el resto de industrias manufactureras.
En el ámbito de las actividades profesionales podemos hablar de los trabajadores del campo o de la pesca, de las actividades propias de la energía, el agua o la minería o de los profesionales relacionados con la aeronáutica, las comunicaciones o la mecánica de precisión.
Los autónomos de la construcción, por ejemplo, deberían estar inscritos en la división 4 de este epígrafe. Así como los del comercio y la hostelería en el apartado número 5. Los que se relacionan con el transporte y las comunicaciones estarían en el sexto subapartado, y aquellos que se desenvuelven en el ámbito financiero, jurídico o de alquileres en el séptimo. El resto de servicios iría al apartado 8 de este epígrafe.
En el último bloque encontramos las actividades artísticas, que son aquellas que representan a los profesionales del espectáculo y del deporte. Tienen singularidades que prácticamente obligan a estos profesionales a contar con servicios de asesoramiento antes de la puesta en marcha de su actividad. En cualquier caso, lo más recomendable es recibir asesoramiento tanto en las oficinas de empleo, al darnos de alta, como de mano de una gestoría o asesor. Estas últimas conocen exactamente cuál es el epígrafe más adecuado y ventajoso para cada actividad, por lo que recomendarán el encuadradamiento en uno u otro epígrafe, según cada caso.