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Inmobiliario

El precio de la vivienda cae en Barcelona por primera vez en seis años

Las casas se encarecen un 3% anual en Madrid, el ritmo más bajo desde el inicio de la recuperación, según Tinsa

Precio de la vivienda en las principales ciudades españolas

Nuevos signos de enfriamiento del mercado inmobiliario. Por primera vez desde el inicio de la recuperación del sector, el precio de la vivienda (nueva y usada) en la ciudad de Barcelona se ha contraído, según muestra un informe publicado este viernes por la tasadora Tinsa. En concreto, las casas se abarataron un ligerísimo 1% en el tercer trimestre del año respecto al mismo periodo del año pasado. Un descenso mínimo que, sin embargo, podría marcar el inicio de un cambio de tendencia (después de incrementos ininterrumpidos desde finales de 2013) y adelantar posibles descensos en otras ciudades muy tensionadas del país que iniciaron más tarde la recuperación inmobiliaria.

En Madrid, los precios se incrementaron un 3% interanual, el repunte más bajo desde que en 2015 arrancasen las subidas, si bien la capital del país también registró un pequeño descenso (del 1,7%) entre el segundo y tercer trimestre del año. En la ciudad condal, por su parte, los precios se mantuvieron prácticamente igual en variación trimestral, ya que apenas repuntaron un ligero 0,5%. Los datos confirman, según Tinsa, “la estabilización del mercado residencial” en las dos ciudades con mayor demanda residencial del país, e incluso “un ligero ajuste”.

Sobre el conjunto del país, la vivienda nueva y usada se encareció un 3,8% entre junio y septiembre respecto al mismo periodo de 2018, encadenando 16 trimestres consecutivos de subidas (desde finales de 2015). Desgranando por regiones, las casas se abarataron en cinco comunidades autónomas, 16 provincias y 15 capitales incluida Melilla.

A raíz de las cifras y, si bien en conjunto la vivienda sigue encareciéndose en España, el director de Estudios de Tinsa, Rafael Gil, percibe “señales de agotamiento del ciclo expansivo”, fundamentalmente por dos causas: la mayor debilidad de la demanda y la desaceleración económica. Este panorama, adelanta, “podría derivar en futuras caídas de la demanda y de los precios”, si bien cree que no serán muy fuertes a menos que se diera “una intensa recesión”, una situación que por el momento los expertos no vaticinan.

Otra muestra más del freno generalizado del mercado es que en ninguna de las diez principales ciudades del país, los precios han registrado incrementos de doble dígito, como sí ocurría en trimestres anteriores. Los repuntes más importantes, en el entorno del 8%, se dieron en Palma de Mallorca y Valencia, que sin embargo son menores a los incrementos del último año y medio. Apenas dos más, Sevilla y Málaga, tuvieron encarecimientos del 5%, mientras que en el resto, los incrementos fueron por debajo de ese umbral: Zaragoza (3,2%), Madrid (3%), Las Palmas (2,5%), Bilbao (1%) y Murcia (0,3%), ritmos de crecimiento que en la práctica mayoría son los más tímidos desde que cada urbe inició la recuperación de su respectivo mercado.

Diferentes velocidades

En el conjunto del país, la reactivación del mercado inmobiliario arrancó hace cuatro años, aunque su evolución ha sido muy heterogénea a lo largo de la geografía española. En el tercer trimestre del año, el precio medio de la vivienda en España se sitúa en los 1.367 euros por metro cuadrado, con lo que suma una revalorización del 14,2% desde que a inicios de 2015 tocara mínimos, y se sitúa todavía un 33% por debajo de los máximos alcanzados en 2007 (cuando rozó los 2.050 euros).

Ese repunte nacional del 14% desde mínimos contrasta con los incrementos del 49% y 53% que se han registrado en las ciudades de Madrid y Barcelona, respectivamente. Por encima del 30% se han revalorizado otras siete ciudades –Palma de Mallorca, Málaga, Pamplona, San Sebastián y Valencia–, mientras que la mitad de las capitales de provincia del país no llega a incrementos acumulados del 10%.

En el extremo más bajo se concentran ciudades de la llamada España vaciada, que pierden población y cuya demanda residencial es muy débil. En concreto, la recuperación inmobiliaria no ha llegado a Ciudad Real, Oviedo, Badajoz, Pontevedra y Teruel, cuyos precios de vivienda permanecen en mínimos históricos desde que comenzó la crisis. Si se amplía el foco y se toma como punto de referencia los máximos del boom, la vivienda en Castilla-La Mancha, La Rioja y Aragón todavía se sitúa en torno a un 50% por debajo de las cifras de 2007, mientras que, en el punto opuesto, Baleares y Madrid están a un 19% y un 27%, respectivamente.

Las mayores bajadas por distritos

Barcelona. La capital catalana es la única gran ciudad donde las casas se devaluaron ligeramente en el tercer trimestre del año respecto a 2018. Concretamente, los descensos se registraron en la mitad de los distritos: Ciutat Vella (-1,6%), Sants-Montjuïc (-1,4%), Gràcia y Nou Barris (-1%, ambos), mientras que en otros en otros tres –L’Eixample, Sarrià-Sant Gervasi y Sant Martí– los precios se mantuvieron prácticamente igual. Únicamente repuntaron en dos distritos: Les Corts (6%) y Sant Andreu (4,5%).

Madrid. La capital, cuyo mercado residencial comenzó a repuntar casi un año más tarde que el catalán, registró entre junio y septiembre una subida del precio de la vivienda del 3%, la más baja desde que inició la recuperación en 2015. Tan solo en el distrito de San Blas se dio un ligero descenso (-0,4%), mientras que los incrementos más suaves fueron en Hortaleza, Latina y Ciudad Lineal, por debajo del 3%. En Moncloa-Aravaca, Fuencarral-El Pardo, Arganzuela, Retiro y Barajas las subidas no llegaron al 5%, mientras que el resto superó ese umbral. Carabanchel es el distrito que más se calienta, con una subida del 10,8%, seguido de Tetuán (10,2%), únicos con repuntes de doble dígito.

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