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Presupuestos

Holanda presenta las cuentas de 2020 con un fuerte estímulo fiscal

El Gobierno propone una bajada de impuestos de 3.000 millones de euros anuales ante el miedo a una recesión

El primer holandés, Mark Rutte, este martes a su llegada a la sesión inaugural del nuevo curso parlamentaria en La Haya.
El primer holandés, Mark Rutte, este martes a su llegada a la sesión inaugural del nuevo curso parlamentaria en La Haya.AFP

Con el fantasma de la recesión planeando cada vez más sobre el Viejo continente, el Gobierno holandés ha tomado cartas en el asunto y planea poner en marcha un programa marcado por un fuerte estímulo fiscal para impulsar la economía. El Gobierno dirigido por Mark Rutte recoge así el guante lanzado por Mario Draghi en la última reunión del BCE de la semana pasada, en la que anunció además una nueva rebaja de la tasa de depósito que cobra a los bancos por almacenar su liquidez.

El ministro de Finanzas, Wopke Hoesktra, presentó ayer en la inauguración del año parlamentario el proyecto de las cuentas anuales para 2020 en las que el Gobierno propone reducir el superávit en un punto de PIB, del 1,2% a tan solo el 0,2%, dejando a un lado su habitual disciplina fiscal para encarar la progresiva ralentización económica y proteger el “sólido” crecimiento económico del país, según declaró Hoesktra. Se prevé que el PIB crezca un 1,8% este año y un 1,5% el que viene, pero el país, muy expuesto a Reino Unido, podría sufrir un fuerte revés en caso de darse un Brexit duro.

Entre las principales líneas maestras anunciadas por el Ejecutivo de centro-derecha está la contundente rebaja de impuestos a los hogares holandeses que costará a las arcas públicas 3.000 millones de euros al año. A ello se suma un importante programa de inversiones, de 5.600 millones de anuales en vivienda, infraestructuras y transporte, entre otros, con lo que la deuda se reducirá por debajo del 50% del PIB. Propone, además, crear un fondo de inversión soberano para sacar provecho de sus emisiones de deuda a tipo de interés negativo.

El programa holandés añade presión a Alemania para que adopte medidas de estímulo fiscal para amortiguar la desaceleración del país y de toda la zona euro. En el primer semestre del año, el país acumuló un superávit de 45.300 millones, un 2,7% del PIB. Tras una década de fuerte crecimiento, el PIB alemán se contrajo un 0,1% entre abril y junio, por lo que aguanta el aliento ante el temor de que la economía se vuelva a caer este trimestre y entre en recesión.

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