El Ibex pierde los 9.100 puntos por la tensión en el Golfo
El Ibex baja el 0,94% mientras los activos refugio registran ganancias
El ataque este fin de semana a dos instalaciones de la petrolera saudí Aramco desataron la inestabilidad en los mercados con el del crudo en la diana de los inversores. El impacto se cuantifica en la pérdida de 5,7 millones de barriles diarios de producción, una cifra que equivale al 50% de la capacidad de bombeo de Arabia Saudí y el 5% de la producción a nivel global, el mayor recorte de la producción en la historia.
La disposición de EE UU a liberar parte de sus reserva estratégicas de crudo no fue suficiente para aplacar el nerviosismo de los inversores. En Brent comenzó la jornada con una subida cercana al 20%, niveles intradía que no se registraban desde 1991, coincidiendo con la Guerra del Golfo. La tensión geopolítica en la zona sigue siendo elevada y el crudo de referencia en Europa concluyó la sesión con una subidas histórica: repuntó un 14,59%, superando el 13,7% registrado en 1991. Solo fue necesaria una sesión para que el precio del oro negro se dispare nueve dólares, pasando de los 60,22 que registró el viernes al cierre del mercado a los 69 de ayer. Un comportamiento similar fue el registrado por el Texas que pasó de subir un 15,5% en los primeros minutos de negociación a concluir la jornada con un alza del 14,8%, hasta 62 dólares. En el caso de EE UU se trata del mayor ascenso desde el estallido de la crisis en 2008.
Michel Salden, experto de Vontobel AM, afirma que “si los saudíes son capaces de restablecer la producción completa en pocos días, la actual subida de precios desaparecerá y solo se verá como una prueba de tensión sobre la volatilidad de los mercados energéticos. Sin embargo, si la interrupción resulta ser de más largo plazo, comenzará a tener efectos sobre el crecimiento mundial”.
No obstante, las principales plazas europeas no descontaron este escenario y aunque el rojo fue la tendencia dominante en los índices, las pérdidas están lejos de las registradas en agosto. En una semana marcada por la reunión de la Reserva Federal de EE UU, el rojo fue el color dominante en las principales plazas europeas. Las pérdidas estuvieron lejos de las registradas en julio y agosto. Los inversores contaron además con el dato de producción industrial de China que con un crecimiento del 4,4%, recoge el mayor frenazo en 17 años. En este escenario el Ibex cayó un 0,94%. Unos descensos muy similares al del resto de índices europeos. El Dax alemán bajó un 0,7%; el Cac francés un 0,94%; el Mib italiano, un 96% y el FTSE británico un 0,63%.
Los mayores descensos del selectivo los protagonizaron Cellnex y Bankinter, con recortes de más del 3,3% y del 2,79% mundial. Repsol que durante gran parte de la jornada fue el valor más alcista se repliega al tercer puesto con una subida del 1%, ascenso inferior al 1,4% registrado por Ence y el 1,8% de CIE Automotive.
Además del impacto sobre la producción el ataque supone una seria escalada de la tensión en el Golfo Pérsico, convertido ahora en un foco de incertidumbre de primer orden. Hace pocas semanas los mercados ya se vieron alterados por otro ataque, en aquel caso a dos petroleros, y los riesgos hoy se han multiplicado, después de que tanto EE UU como Arabia Saudí acusaran a Irán del ataque.
Los activos refugio como el dólar o la deuda fueron los grandes beneficiados de la jornada. El oro subió un 1% hasta los 1.500 dólares la onza. La deuda de EE UU, que la semana pasada cotizó con subidas de los tipos de interés el mayor apetito por el riesgo del mercado, vuelve a registrar entradas de dinero y, por tanto, caídas de tipos, pasando del 1,89% al 1,89%. Un movimiento que se replicó en el bono alemán a 10 que pasa del -0,44% al -0,48%, es decir, profundiza las rentabilidades negativas. En el caso de España la rentabilidad de la deuda con vencimiento en 2019 cae del 0,3%.
Junto a la deuda y el oro, las divisas de países exportadores de petróleo como la corona noruega (subió un 0,6% vivieron una jornada alcista).