China y los EEUU se dan una tregua
Escaramuzas en una guerra que durará mas de lo que ambos pensaban
Los datos de la economía alemana continúan siendo preocupantes. El martes se publicó el índice IFO de valoración de los empresarios germanos del "clima de negocio", ya ha mostrado en agosto, por quinto mes consecutivo, un deterioro que lo sitúa en mínimos desde noviembre de 2012. En concreto el índice se situó en los 94,3 puntos desde los 95,8 de julio.
En los últimos 12 meses solo septiembre y agosto pasado el índice mejoró. Hace apenas un año el índice estaba en 104,0, muy cerca de sus máximos históricos en 105,0 puntos (índice 2015=100) alcanzado en diciembre de 2017. Por subíndices, el de las expectativas de futuro, los empresarios alemanes no se mostraban tan pesimistas desde junio de 2009. El dato en concreto se situó en los 91,3 desde los 92,1 puntos del mes pasado. Algo parecido ocurría con el subíndice de situación actual que cayó 2,3 puntos a 97,3 (mínimo desde octubre de 2014).
Por sectores, vuelve ser el manufacturero el protagonista al registrar un notable empeoramiento en junio, El indice del sector cayó -6,1 puntos, su peor lectura desde diciembre de 2009, mientras que en el sector servicios la confianza ha bajado a 13 puntos, su nivel más bajo desde mayo de 2010. En el comercio, la confianza empresarial se ha deteriorado a mínimos desde octubre de 2014, al caer a -2,9 puntos. Como siempre, el sector de la construcción se mantiene al margen del deterioro general de las expectativas aunque también descendió 1,7 puntos a 21,4.
El dato no debería suponer ninguna sorpresa toda vez que el índice ZEW-situación actual ya mostraba este deterioro y las noticias sobre la guerra comercial, para una economía como la alemana tan dirigida a la exportación, son cada vez más preocupantes.
China y EE. UU. parecen intentar mejorar el diálogo con la esperanza de frenar la escalada de la guerra comercial reinIciada el pasado viernes. Tres días después del anuncio alzas recíprocas de aranceles aduaneros, primero por China y seguidas inmediatamente por los EEUU, la preocupación desatada en los mercados bursátiles pone a ambos líderes ante la realidad. El lunes, antes de abandonar el G-7 de Biarritz, el presidente Trump, anunció que EEUU iba a reanudar "muy próximamente" sus negociaciones con China no sin antes simular que mantiene su posición de fuerza ya que con la presión de Washington, China "no tiene otra opción". Pekín, por su parte, exhortó a la calma y la "cooperación", pero su divisa, el yuan, volvió a bajar, generando más presión sobre los EEUU.
Ayer Donald Trump reculó tras el G7 y reconoció que "posiblemente" retrasará los aranceles a China. El viceprimer ministro chino, Liu He, indicó que estaban dispuestos a resolver la disputa comercial a través de negociaciones "tranquilas". Aún así, la agencia estatal de noticias china, Xinhua, insiste en que los funcionarios chinos no se han dirigido a los americanos para retomar las negociaciones comerciales, desmintiendo una rumor alentado desde la Casa Blanca.
La cautela parece imponerse alrededor del EUR con su cotización frente al USD, en la mañana europea, "orbitando" sin dirección alrededor de los 1,1100 USD/EUR. El optimismo en torno a la guerra comercial entre EEUU/China desvaneció gran parte del fuerte repunte del viernes de la divisa única. La ruptura de los 1,1163 (máximo 26 de agosto) apuntaría a 1,1186 (61,8% Fibonacci) y posteriormente los 1,1207. Por el contrario, el principal soporte se encuentra en 1,1094 seguido de 1,1051 y finalmente 1.1026 (mínimo del 1 de agosto).