La red eléctrica británica elige un mal momento para fallar
Un importante corte de luz da munición a los defensores de renacionalizar National Grid
Es un mal momento para ser la cotizada National Grid, la encargada de supervisar las redes de gas y electricidad británicas, que tuvo un día para olvidar el viernes. Un importante corte de electricidad de una hora dejó trenes parados en Londres y un millón de hogares sin luz, y afectó al aeropuerto y el metro de Newcastle. Incluso si la culpa es de otro, un fallo a esta escala da munición a sus críticos.
El principal trabajo de National Grid es equilibrar la oferta de los generadores con la demanda. El viernes, dos generadores clave, uno de gas y otro de eólica, dejaron de contribuir repentinamente. La pregunta que se hace Ofgem, el regulador, es por qué no funcionaron los mecanismos de equilibrio.
Cualquiera que sea la respuesta, National Grid ya estaba en el punto de mira. La empresa está en negociaciones con Ofgem sobre los precios que puede cobrar a sus clientes, que suponen en torno al 3% de la factura media anual conjunta de gas y electricidad. Al mismo tiempo, National Grid y las empresas que gestionan las redes eléctricas locales necesitan invertir más en las llamadas redes inteligentes. El regulador puede sentir que la dureza en las facturas de los clientes es más importante que la generosidad con las necesidades de inversión.
Hay un problema político mayor. Ahora está bastante claro que si el Partido Laborista, liderado por Jeremy Corbyn, gana unas elecciones anticipadas, la nueva administración nacionalizaría las redes energéticas. La deuda y el capital de National Grid superan el valor de sus activos regulados. Esto podría considerarse como una señal de que los beneficios que se le ha permitido obtener hasta ahora han sido demasiado altos.
Los llamamientos a un cambio no provienen solo de los políticos de izquierda. Una revisión de 2017 realizada por el académico Dieter Helm sugirió que el operador del sistema del Reino Unido fuera un organismo del sector público. Independientemente de lo que muestre el informe de National Grid sobre el fallo del viernes, la debacle da a sus críticos nueva munición.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías