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La tribuna de los fondos
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La inversión sostenible, una prioridad para la UE

La nueva regulación mejora la divulgación de la información financiera a los inversores

Pixabay

El pasado 7 de marzo se daba un gran paso en la UE para apoyar el avance de la inversión sostenible. A partir de la propuesta de la Comisión en mayo de 2018, como parte del plan de acción para la financiación sostenible y la unión de los mercados de capitales, el Parlamento Europeo y los Estados miembros de la UE alcanzaban un acuerdo sobre nuevas normas, relativas a los requisitos de divulgación, relacionados con las inversiones sostenibles y los riesgos para la sostenibilidad.

La nueva regulación fortalece y mejora la divulgación de información, por parte tanto de los creadores de productos financieros como de los asesores financieros, hacia los inversores finales. Las nuevas normas se enmarcan en las agendas de desarrollo sostenible y de neutralidad de carbono de la Unión Europea, con el objetivo de conectar las finanzas con las necesidades de la economía real. Apoyan asimismo los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas de 2012 y los del acuerdo de París sobre el clima de 2016.

Los compromisos alcanzados en el acuerdo de París incluyen la reducción para 2030 de las emisiones de gases de efecto invernadero en un mínimo de 40%, respecto a niveles de 1990, y aumentar el consumo final de energía a partir de energías renovables hasta una cuota de al menos un 32%, frente a los niveles actuales de alrededor del 17%.

La Comisión Europea busca también alentar flujos de capital hacia áreas que promuevan los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, así como a gestionar los riesgos financieros derivados del cambio climático. El plan de acción de diez puntos se propone involucrar no solo a ministerios y reguladores financieros, sino también a otras instituciones financieras como bancos, fondos de inversión y de pensiones, aseguradoras, gestores de activos y bancos privados.

Si para lograr un crecimiento más sostenible se necesita la colaboración de toda la sociedad, el sistema financiero juega aquí un papel fundamental. Para reorientar el capital privado hacia inversiones más sostenibles es necesario hacerse un replanteamiento exhaustivo de cómo funciona el sistema financiero de la Unión Europea. Será la vía para que la UE pueda desarrollar un crecimiento económico más sostenible, garantizar la estabilidad del sistema financiero y fomentar una mayor transparencia, pero también una visión más a largo plazo de la economía.

En la misma línea de trabajo, la Comisión ha creado un grupo de técnicos expertos (TEG por sus siglas en inglés) en finanzas sostenibles para ayudar a desarrollar un sistema de clasificación propio, la denominada taxonomía. Se pretende que este sistema sirva para poder determinar si una actividad económica es ambientalmente sostenible y para definir un estándar de la Unión Europea sobre bonos verdes, así como índices de referencia para estrategias de inversión con bajas emisiones de carbono y orientaciones para mejorar la divulgación corporativa de información relacionada con el clima.

El TEG comenzó su trabajo en julio de 2018 y se espera que funcione hasta junio de este año, con una posible extensión hasta el final de 2019. Está integrado por 35 miembros procedentes de la sociedad civil, el mundo académico, los negocios y el sector financiero, así como miembros y observadores adicionales de organismos públicos de la Unión Europea e internacionales. Algunos de los integrantes de este grupo de expertos son gestoras de fondos tan conocidas como Nordea, Amundi o DWS. Los objetivos de los cuatro grupos de trabajo del TEG son multifacéticos, incluyendo la creación de un sistema robusto de clasificación y etiquetado en cuanto a lo que puede ser considerado como inversiones sostenibles y finanzas verdes.

Como parte de los objetivos de este sistema de clasificación se espera conseguir una supervisión más precisa de los flujos de capital en actividades sostenibles, así como generar confianza e integridad en la emergente industria de las finanzas sostenibles. Además, los inversores institucionales y gestores de activos que declaren perseguir objetivos de sostenibilidad tendrán que revelar cómo se alinean sus inversiones con estos objetivos.

El plan de acción pretende también contribuir a ofrecer una mayor claridad sobre los deberes de los inversores en relación con la ASG (factores Ambientales, Sociales y de Gobernanza), lo que debería promover un mayor esfuerzo para integrar los factores ASG en el proceso de inversión. Uno de los objetivos de incorporar la sostenibilidad en el asesoramiento en materia de inversiones y en satisfacer las preferencias de los clientes será construir un grupo de productos de inversión sostenibles más líquido.

Tras más de una década desde que se inició el interés por la inversión sostenible y responsable, parece evidente que el concepto está aquí para quedarse. Amundi es una de las gestoras que ha entendido que una forma significativa de mirar a las empresas, tanto en términos de riesgo como de oportunidades, es a través de los criterios ASG, que revelan la sostenibilidad de una empresa a largo plazo.

Amundi, el mayor gestor de activos de Europa excluye ya de todas sus carteras –con la excepción de un pequeño número de fondos indexados de gestión pasiva– a las empresas que reciben la peor calificación de su equipo de analistas de ASG. Pero quiere ir más allá y ha trazado un ambicioso plan de acción a tres años para expandir aún más su enfoque de inversión responsable en amplitud y profundidad tocando todos los aspectos de su negocio de gestión de activos.

La gestora se ha marcado el objetivo de llevar la inversión responsable a un nuevo nivel y una nueva escala, y está aplicando rigor y transparencia a tres áreas principales: la integración de la inversión en ASG, el fomento de la innovación y el asesoramiento a los inversores. Así, todos sus fondos de gestión activa ofrecerán una calificación ESG superior a la de sus índices de referencia o universos de inversión a final de 2021. Dada su experiencia y compromiso con la inversión responsable, o ASG, la gestora se perfila como un contribuidor clave al Grupo de Expertos (TEG) que trabaja sobre la taxonomía de este tipo de inversión.

Paula Mercado es Directora de Análisis de VDOS Stochastics

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