El FMI alerta de que el gran perdedor de la guerra comercial es el consumidor de EE UU
Lagarde tumba el argumentario de Trump de que ayudarán a eliminar el déficit comercial con China
¿Y si la guerra de aranceles entre Estados Unidos y China tuviera un impacto reducido en la balanza comercial entre ambos países? El FMI ha realizado una estimación del impacto de las tensiones comerciales entre ambos países, en sus balanzas comerciales, en los productos que desde el año pasado ya están sujetos a aranceles y a sus precios, y llega a una serie de conclusiones que ponen en cuestión el argumentario del presidente estadounidense Donald Trump.
Trump aseguró a principios de este mes que “los EE UU han estado, durante muchos años, perdiendo entre 600.000 y 800.000 millones de dólares al año en comercio. Lo siento, pero eso no va a pasar más”, aseguró en Twitter. El dirigente estadounidense hacía referencia al abultado déficit comercial del país, de 621.000 millones de dólares a cierre de 2018, y al déficit con China, de 419.000 millones de dólares.
Sin embargo, el FMI ha publicado un post realizado por tres de sus economistas en el que reconoce que la guerra de los aranceles ha tenido un impacto muy negativo en los consumidores, así como en muchos productores de ambos países. Sin embargo, afirma que la balanza comercial entre ambos países se mantiene intacta. Reconoce además que el impacto en la economía mundial es modesto aún pero advierte de que la reciente escalada puede disminuir la confianza del mercado, afectar al suministro de productos y poner en peligro la recuperación económica prevista para este año.
El organismo dirigido por Christine Lagarde analiza el impacto en el comercio entre ambos países de las distintas rondas de aranceles y destaca que las importaciones de productos chinos a EE UU se han reducido significativamente según se han ido poniendo en marcha las diferentes medidas. Apunta además que cuando se ha dado un tiempo entre el anuncio y la entrada en vigor de los aranceles se ha constatado que los importadores se abastecieron de antemano.
El FMI reconoce que “inequívocamente” los consumidores de ambos países son los grandes perdedores de las disputas comerciales, dado que en algunos casos los aranceles se han repercutido directamente en el precio pagado por los consumidores, mientras que algunas firmas importadoras lo han asumido, reduciendo así sus márgenes. Destaca así que el efecto en la inflación es muy pequeño, pero que podría derivar en un incremento de los precios de los productores nacionales.
La guerra comercial entre ambos países había tenido un ganador: los productores mexicanos, dado que según se ha reducido la importación de productos chinos a EE UU, se ha elevado la de los mexicanos, mientras que los productores de Japón y Canadá se habrían beneficiados pero en menor importe.
La institución índice además que los factores macroeconómicos, incluida la demanda agregada y la oferta de terceros países, ha tenido un papel mayor que las tarifas para determinar la evolución de la balanza comercial entre ambas economías.
En términos globales, reconoce que el aumento de la tensión entre Pekín y Washington restará tres décimas del PIB mundial a corto plazo.
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