El grupo Iberia debe al largo radio el 70% del alza en sus ingresos aéreos de 2018
Los grandes vuelos rozan dos tercios de las ventas por pasaje
La política de desarrollo del Grupo Iberia en el segmento de los vuelos de largo radio se ha traducido en un fuerte crecimiento en la facturación de la compañía al cierre de 2018. Los 2.210 millones en ingresos de pasaje de largo radio se consolidan con un peso superior al 60% del total, acercándose a los dos tercios de lo que Grupo Iberia factura por volar.
En concreto, las operaciones transoceánicas suponen el 61% de los 3.628 que Iberia declaró el año pasado como ingresos de pasaje (60,4% en 2017). Hasta 552 millones procedieron de los vuelos domésticos y otros 866 millones se deben al medio radio (Europa, África excepto Sudáfrica y Oriente Medio).
Pero además del claro perfil como aerolínea de destinos de larga distancia, Iberia fía la mayor parte de su crecimiento interanual a este segmento de negocio. Los ingresos por pasaje del grupo que preside Luis Gallego aumentaron en 267 millones respecto al ejercicio 2017. De ese incremento, 179 millones se deben precisamente a los vuelos largos, por los 61 millones extra recibidos por el negocio doméstico y los 27 millones más que aportó su actividad de media distancia en 2018 frente al ejercicio anterior.
La oferta a Estados Unidos subió un 17%, por el 10% de capacidad extra a Latinoamérica
En términos de uso de la flota, medido en horas bloque totales, el largo radio alcanza el 47%, desde el 45% de 2017. Los otros dos segmentos bajan un punto porcentual cada uno, quedando en el 18% el doméstico y en un 35% los vuelos internacionales de medio radio.
La apuesta por poner mayor capacidad en Latinoamérica, abrir rutas a Estados Unidos y afrontar la costosa consolidación en China y Japón (abrió operaciones a Sanhghái y Tokio en 2016) está obteniendo resultados pese a la creciente competencia, la presión sobre los precios de los billetes, el encarecimiento del combustible y la inestabilidad de mercados como Argentina y Brasil.
Iberia, que ya amplió frecuencias en 43 rutas en 2017, disparó su producción junto a Iberia Express y Level en 2018. Al cierre del ejercicio, es la firma europea que pone más vuelos diarios a América Latina, rozando un 10% de capacidad adicional medida en asientos en 2018; subió un 17% su oferta a Estados Unidos (con crecimiento enfocado en Boston, San Francisco y Los Ángeles), y potenció la ruta a Tokio.
El coste de crecer
Iberia puso el año pasado en el mercado un 9,6% más en volumen de asientos por kilómetro ofertado (AKO), con un 11,1% adicional en el largo radio, un 7% extra en vuelos de media distancia y un 5,2% de AKO más en operaciones en España frente a 2017. Desde este salto en la oferta, los pasajeros por kilómetro transportados (PKT) aumentaron un 11,6% (9,5% más en el segmento doméstico, 8,9% más en el medio radio, y un 12,7% más en el largo radio). Este comportamiento de la demanda elevó el factor de ocupación de Iberia en 1,5 puntos porcentuales, hasta un 85,7%.
La aerolínea prevé sustituir el 81% de sus asientos de largo radio hasta 2020. Al cierre del año pasado tenía encargados A350 por 2.700 millones
La evolución positiva en pasajeros se traduce en un 7,5% de alza en los ingresos de pasaje, pero el ingreso por AKO de Iberia bajó un 2%, hasta los 5,04 céntimos, y el ingreso por PKT se resintió un 3,7%, marcando 5,88 céntimos. Se aprecia aquí la referida presión en el mercado.
El presidente Luis Gallego lleva tres años refiriéndose al fenómeno del fuerte incremento de capacidad, especialmente en el largo radio. Un hecho que se ha agudizado con la batalla del low cost de larga distancia. El último hito al respecto es el de la coronación de Norwegian como primera aerolínea extranjera en Nueva York.
En este contexto, la purga de compañías estaba servida y, a futuro, se espera un mayor grado de consolidación en el sector, como apuntó el presidente de Aena, Maurici Lucena, en la junta de accionistas celebrada el mes pasado por el gestor aeroportuario.
Se da la paradoja de que algunas de las compañías que hoy juegan más fuerte podrían no llegar a participar en el boom de tráfico previsto hasta 2030.
La apuesta inversora de Iberia es clara: nuevos aviones de largo radio y mejora de la eficiencia. La empresa tiene pedidos a Airbus 18 A350, tras hacer firme el mes pasado cuatro opciones de compra. Antes de dar este paso, las adquisiciones estaban valoradas en 2.700 millones y la previsión era sustituir el 81% de los asientos dedicados al largo radio en 2020. El ahorro de combustible derivado de esta renovación está cifrado en 100 millones anuales.
Más allá del transporte de pasajeros, la compañía también reporta en su informe anual crecimientos en el resto de negocios: los 658 millones ingresados por asistencia técnica a aerolíneas (13% de los 5.140 millones de ingresos totales del grupo Iberia) arrojan un crecimiento del 5,6%; los 312 millones que llegan del handling (6%del total) mejoran un 4,7%, y los 278 millones (5,4% del total) que reúne como ingresos de carga encierra un incremento del 7,7%.
Renovación de la plantilla
Más pilotos. La plantilla de Iberia subió un 2,8% en 2018, hasta los 16.180 empleados. El mayor incremento se dio entre los pilotos, que pasaron de 3.082 a 3.224, y el personal de servicios auxiliares, que asciende de 3.907 tabajadores a 4.072.
Pagos a futuro. El Grupo Iberia tiene compromisos con sus empleados, en forma de planes de pensiones, prejubilaciones e indemnizaciones, por 1.081 millones. Esta suma aparece registrada en las cuentas como pasivo a largo plazo.
Más de 1000 millones en coste de personal. El gasto de personal del grupo fue de 1.029 millones en 2018, cantidad de la que los sueldos suponen 793 millones. Esta última cifra despega desde los 756 millones de 2017. El coste por aprovisionamientos asciende a 1.513 millones (1.330 millones en 2017), de los que 1.064 millones están relacionados con el combustible y otros 420 millones se van en repuestos para la flota. La compra de aviones más eficientes para el largo radio permitirá un recorte del 10% anual en el gasto por fuel.