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París pierde Notre Dame, el monumento más visitado del mundo

Un incendio devora la catedral gótica más antigua de Europa, que se encontraba en obras y que recibía 12 millones de visitas al año

En el Día del Arte, la catedral de Notre Dame, uno de los máximos exponentes artísticos de Europa y el monumento más frecuentado del mundo, con más de 12 millones de visitas en 2017, según la Oficina de Turismo y de Congresos de París (OTCP), quedó convertido en cenizas. "No es seguro que se pueda salvar la catedral", aseguró este lunes ministro del Interior, Cristophe Castaner.

Un impresionante incendio puso a París en el centro de todas las miradas del planeta. Las primeras llamas empezaron a atisbarse a las 18.50 horas, con la zona de Île de la Cité atestada de turistas, que no daban crédito y no podía augurar el triste momento histórico que estaban presenciando. En apenas dos horas, la estructura de la catedral, de estilo gótico, se tiñó del anaranjado color del fuego y quedó envuelta en una nube de humo, que se divisaba de todos los rincones de la ciudad del Sena. A medida que iba entrando la noche, la conmoción se apoderaba de Europa, que asistió en directo al derrumbe de la aguja de la torre más emblemática del monumento, que medía 96 metros de altura y pesaba 250 toneladas.

El presidente francés Emmanuel Macron canceló el discurso en el que iba a explicar cuáles iban a ser sus medidas para calmar los ánimos entre las revueltas de los chalecos amarillos. Este tema pasó a un segundo plano en la agenda del político francés. “Esta noche estoy triste porque una parte de nosotros se quema”, escribió en su cuenta de Twitter.

La fiscalía ha abierto una investigación sobre los hechos para determinar las circunstancias del incendio que ha recaído en la Policía Judicial. Los bomberos tuvieron dificultades para acceder al monumento, lo que hizo que las llamas se descontrolaran. Según sus primeras declaraciones, el incendio está “potencialmente vinculado” a las obras de restauración del edificio. 

Esta reforma se enmarca dentro de un plan desesperado que se lanzó hace unos años para salvar a una de las catedrales más antiguas del mundo y uno de los monumentos más famosos de París. Fueron los conservacionistas franceses y el Arzobispado de la ciudad los principales impulsores de una campaña de recaudación de fondos para salvar Notre Dame. Para reparar algunas de las zonas más castigadas, entre ellas sus famosas gárgolas o las grietas que afectaban a la aguja que ayer se desplomó, se necesitaban unos 100 millones de euros para ir arreglando en las próximas dos décadas todos los desperfectos que iban surgiendo.

El portavoz del Vaticano Alessandro Gisotti lamentó en un comunicado el suceso. "La Santa Sede ha acogido con incredulidad y tristeza la noticia del terrible incendio que ha devastado Notre Dame, símbolo de la cristiandad en Francia y en el mundo. Haremos todo lo posible por afrontar esta dramática situación". 

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ofreció la ayuda española para que Francia vuelva “a recuperar la grandeza de su patrimonio”, y señaló que es una catástrofe para Europa, porque “las llamas arrasan 850 años de historia, de arquitectura, de pintura y de escultura”. “Se me hacen insoportables las imágenes del incendio de Notre Dame. Mis ojos lloran con los parisinos y con la Diócesis hermana”, lamentó el secretario general de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, en su cuenta de Twitter, quien también dio ánimos “para iniciar la reconstrucción” de la catedral.

Por su parte, el presidente del PP, Pablo Casado, manifestó en las redes sociales la tristeza por la pérdida de una partes histórica de incalculable valor. También el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, lamentó las dramáticas imágenes y la perdida de una joya del patrimonio mundial y confía en que los daños sean los menos posibles. Por su parte, Manuel Valls, el ex primer ministro francés y candidato por la agrupación liberal a la alcaldía de Barcelona, no pudo evitar su emoción al ver en llamas uno de los símbolos de la ciudad en la que vivió durante años. “Recuerdo aún las fiestas del 2013 de los 850 años de esta joya del gótico. Fue un momento de orgullo para todos los católicos y para todos los franceses”.

También el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, trasladó con un tuit su apoyo a los ciudadanos de París. “Notre Dame es un símbolo icónico de la fe de la gente en todo el mundo, y es desgarrador ver la casa de Dios en llamas. Nuestros pensamientos y oraciones están junto a los bomberos que están en el lugar de los hechos y con la gente de París”.

La nota discordante vino del otro lado del océano Atlántico, a más de 6.000 kilómetros. Procedía de la cuenta de Twitter del presidente de Estados Unidos, Donald Trump: “Es horrible ver tanto fuego en Notre Dame. Tal vez, helicópteros con grandes tanques de agua podrían servir para extinguirlo. ¡Deben actuar rápido!”. Su sugerencia habría echado abajo para siempre la estructura de un símbolo mundial. Lo corroboró más tarde el departamento de Seguridad Civil de Francia: "Cientos de bomberos de la brigada parisina están haciendo todo lo que pueden para tener este terrible incendio bajo control. Esto significa que están usando todos los recursos salvo los aviones con bombas de agua, que, en caso de ser usados, provocarían el derrumbe de toda la estructura de la catedral". 

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