El BCE se reúne hoy con la presión de dar pistas sobre los tipos negativos
El mercado espera un mensaje claramente acomodaticio. Los detalles de la nueva TLTRO se aguardan para antes del verano
Será difícil que la reunión que hoy celebra el BCE tenga el calado de la que tuvo lugar en marzo. La institución anunció entonces un mensaje de alerta sobre la economía de la zona euro que sorprendió a los inversores, al decidir no solo un drástico recorte de las previsiones de crecimiento para este año –del 1,7% de diciembre al 1,1%–, sino una nueva ronda de liquidez TLTRO –condicionada a la concesión de crédito– para los bancos y un retraso a finales de año en el momento para una primera subida de los tipos de interés tras la crisis.
Mario Draghi no dudó en responder con rapidez a las crecientes señales de debilidad de la economía de la zona euro, aunque no por ello ha bajado la expectación entorno a las nuevas medidas que pueda tomar el BCE, dado que no hay por el momento indicios de mejora. Gestores y analistas no esperan hoy una modificación adicional en la hoja de ruta de los tipos de interés, ni detalles técnicos de la tercera ronda de liquidez TLTRO, que aguardan para las reuniones previas al verano.
Pero sí hay gran expectación sobre el debate abierto en el BCE acerca de los efectos nocivos de los tipos de interés negativos. Draghi reconoció en la reunión de marzo la necesidad de analizar esos efectos, especialmente gravosos para los bancos, y en el mercado ya se ha instalado la idea de que el BCE estudia una especie de escalonamiento de la tasa de depósito con la que penaliza el exceso de liquidez de las entidades financieras, ahora en el -0,4%. La opción sería eximir a parte de esa liquidez de esa tasa negativa, en una fórmula ya desarrollada por los bancos centrales de Suiza y Japón.
Para Nomura, la suavización en la facilidad de depósito es uno de los puntos de mayor interés de la reunión de hoy. No espera anuncios de calado pero sí algunas pistas, aunque sin perder de visa los obstáculos que plantea esta decisión. En especial el hecho de que tal medida de alivio para los bancos puede sugerir que los tipos de interés van a continuar muy bajos durante más tiempo del esperado, lo que en definitiva terminaría por inclinar aún más la curva de tipos para perjuicio de las entidades financieras.
Bank of America coincide en que los tipos negativos serán hoy foco de atención, aunque no prevé que Draghi sea muy preciso. Es más, la entidad considera que una gradación en la facilidad de depósito no se decidiría de forma aislada sino únicamente si surge la necesidad de extender de forma agresiva el horizonte para el alza de tipos.
Bank of America aún mantiene su estimación de un alza de tipos a final de año, aunque reconoce que cada vez con menor convicción. “Interpretamos los últimos comentarios del BCE como que se está preparando para lo peor”, explica. Incluso para reeditar las compras de activos si la situación se deteriora y no se cumple el pronóstico de la institución de una recuperación en el segundo semestre del año.
Una medida de impacto limitado para los bancos
El BCE está estudiando eximir en parte a los bancos de la penalización actual del 0,4% por su exceso de liquidez, una medida de alivio para las entidades de pero de escaso recorrido. “Calculamos que el estímulo para la rentabilidad sería mínimo para la mayoría de los bancos y reducido en el contexto de posteriores retrasos en el alza de tipos”, señalan desde Morgan Stanley.
La entidad calcula que la exención en la penalización del 0,4% podría elevar en alrededor del 1% el margen de intereses de los bancos. La medida beneficiaría en especial a los bancos con más exceso de liquidez: los franceses y los alemanes, principalmente Deutsche Bank y Commerzbank.