Mubadala excluye el gasoducto de Medgaz de la venta de Cepsa a Carlyle
El presidente del fondo emiratí, Al Kaabi, informó al Gobierno de la cesión de hasta un 40% de la petrolera española, tras "un complicado proceso de valoración"
De las dos opciones (o dual track) manejadas desde un principio por Mubadala Investment Company, fondo soberano de Abu Dabi propietario del 100% de Cepsa, para desprenderse de un paquete minoritario pero significativo de la petrolera española, finalmente, y tras el fracaso de la colocación en Bolsa el pasado octubre, la que ha cuajado ha sido la venta directa a un inversor. Concretamente, la cesión de entre un 30% y un 40% del capital de Cepsa a The Carlyle Group, con lo que se quedaría con un mínimo del 60%.
Tras un complicado proceso de valoración, que ha durado meses, la compañía ha sido tasada por las partes en 12.000 millones de dólares, casi 10.700 millones de euros, que se sitúa en la parte media del rango de precios de la frustrada OPV del pasado otoño. Ello supone valorar el paquete que adquirirá Carlyle en una horquilla de 3.200 a 4.280 millones.
Si se descuentan los 3.089 millones de deuda que tenía Cepsa a cierre de 2018, el precio de las acciones iría de unos 2.200 a 3.000 millones de euros. El precio final a pagar cuando se cierre la operación a finales de año dependerá principalmente del porcentaje que finalmente compre Carlyle y de la evolución de la deuda.
Según fuentes financieras, el acuerdo incluye mantener inamovible el endeudamiento. El capital para esta inversión provendrá de Carlyle Internacional Energy Partners I y II, Carlyle Partners VII, Carlyle Europe Partners V y de un grupo de coinversores, según indicó esta firma en una nota de prensa. No se descarta que Carlyle utilice un vehículo para apalancar su inversión con más deuda.
El fondo estadounidense tendría derecho, al menos, a dos puestos en el consejo de administración. Aunque el escenario ha cambiado, en el proyecto de colocación en Bolsa del 25% se preveía aumentar el número de consejeros de siete a diez, con cuatro independientes en representación de los minoritarios. Esto apunta a que el nuevo accionista podría contar con más de dos vocales.
La operación debe ser examinada por las salas de regulación y de Competencia de la CNMC
También, como en el caso de la fallida OPV, del perímetro de la operación queda excluido el 42% que Cepsa tiene en el gasoducto de Medgaz, que une Argelia con España por Almería, en el que también participa la estatal argelina Sonatrach, con un 43% y Naturgy, con un 15%. Según el folleto de octubre, la propia Mubadala se comprometía a adquirir el citado 42% de Medgaz por 500 millones de euros más intereses. El objetivo de la compañía era destinar los fondos de esa desinversión a reducir la deuda y, muy especialmente, su apalancamiento. Si esta transacción se ejecuta Mubadala podría cumplir la promesa de no desviar la deuda.
Según señalan fuentes empresariales a CincoDías, el presidente de Cepsa, Musabbeh Al Kaabi, ha comunicado personalmente al Gobierno la operación, concretamente, a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, a la que ha trasladado su intención de no ceder al fondo de capital riesgo americano su participación en el gasoducto internacional de Medgaz. Entre otras razones, aseguran las mismas fuentes, porque la propia Carlyle tampoco lo quería.
Por tener la consideración de estratégico, equiparable al resto de activos regulados, su cesión a un posible inversor extracomunitario debe ser comunicada a la CNMC, que la analizará y podría imponer condiciones a la venta. Lo mismo ocurre con la desinversión de hasta el 40% de la propia Cepsa a Carlyle, lo que le otorgará una influencia significativa en la petrolera, que tiene en su cartera refinerías y almacenes de hidrocarburos. Desde hace pocos años, estos activos se incluyen también entre los estratégico-regulados y están sometidos a la potestad legal del organismo supervisor de examinarlos y fijar, de considerarlo nenesario, requisitos al comprador, en este caso estadounidense.
A la autorizacion de la Sala de Regulación de la CNMC se sumará la de la Sala de Competencia de este organismo, por tratarse de una operación de concentración. Trámites, entre otros, que alargarán hasta fin de año el cierre de la operación.
Fuentes financieras apuntan también a la posibilidad de que Carlyle, que selló ayer su alianza con Mubadala en Abu Dabi, haya firmado un pacto de accionista con el fondo soberano, que incluiría cambios en el equipo directivo.
Socios complementarios
En la primavera del año pasado, Mubadala desvelaba su intención de colocar en Bolsa un paquete significativo de Cepsa. Tras un trabajo ingente y la invasión de valoraciones lanzadas por los bancos de inversión, Cepsa recibió el 3 de octubre el visto bueno de la CNMV a una oferta de venta del 25%, a un precio de entre 13,1 y 15,1 euros por acción y de 7.010 a 8.081 millones de euros el 100% del capital. Con una deuda estimada de unos 3.100 millones, el enterprise value iría de 10.111 a 11.182 millones de euros, de modo que la valoración actual se sitúa en línea con la prevista en la OPV.
En vista de que la demanda se traducía un valor de 5.000 millones de euros, lo que suponía para Mubadala regalar la empresa amén de arriesgarse a un posterior derrumbe de la cotización, el fondo emiratí optó por retirar la OPV tres días antes de la fecha fijada, el 18 de octubre.
Desde entonces se ha centrado en negociar con Carlyle, “el fondo que más interés mostró desde un principio”, según fuentes del sector. Estas reconocen que Mubadala ha logrado “un buen precio”, y que Carlyle será “un socio adecuado”. Este, por su parte, tendrá acceso a reservas de petróleo barato en Abu Dabi y Argelia; se beneficiará de la expansión en el mercado doméstico de energía en España, de los proyectos en China e Indonesia de Cepsa y se posicionará como líder mundial en LAB, materia prima para para detergentes.