Lyft sigue perdiendo posiciones y ya cae más de un 5% por debajo de su OPV
Su comportamiento podría poner en alerta a Uber, que espera debutar en Wall Street este mes
El debut de Lyft era uno de los más esperados de 2019 en los mercados estadounidenses, por ser el primer estreno de una gran tecnológica en el Nasdaq desde el de Snap en 2017. El cierre del Gobierno de EE UU durante 99 días retrasó las primeras salidas bursátiles del año y los inversores esperaban con impaciencia fechas como la del pasado viernes 29 de marzo.
La compañía de transporte fijo el precio de su OPV (oferta pública de venta) en 72 dólares, después de haber elevado la horquilla de referencia inicial desde los 62-68 dólares a los 70-72 dólares, por el elevado interés de los inversores que indicaba que la demanda de sus títulos había superado la oferta en tan solo dos jornadas (una semana antes del debut). Su primera jornada cumplió las expectativas de la firma y las previsiones de los medios estadounidenses: las acciones marcaron un primer precio de 87,24 dólares, es decir, un 21% por encima del precio fijado por Lyft. A pesar de todo, el entusiasmo fue decayendo en la jornada y sus títulos cerraron en los 78,29%, es decir, registraron un alza del 8,74%. De esta forma, el debut de Lyft, que cerró su primera jornada en los parqués con una capitalización de 22.400 millones de dólares tras captar 2.300 millones, se convirtió en el mayor de una compañía tecnológica estadounidense desde el de Snap.
Sin embargo, la nueva semana ha cambiado las cartas para Lyft. El lunes se desplomó un 11,85% -a pesar de las subidas de más del 1% registradas en Wall Street- y este martes, antes de la apertura del mercado, sus títulos llegaban a caer un 4%, aunque una hora después del inicio de la sesión en Wall Street pierden algo más de un 1%. En solo dos jornadas, los precios de las acciones de la compañía estadounidense han caído un 4% por debajo de su OPV y se sitúan en los 69 dólares.
Las caídas de este martes, aunque inferiores, han estado desencadenadas por la primera recomendación que ha recibido la empresa de un analista. Seaport Global ha iniciado hoy la cobertura de Lyft y ha recomendado vender y le ha asignado un precio objetivo de 42 dólares. El analista Michael Ward considera que aunque se considera que "serán un activo infrautilizado, creemos que las personas seguirán teniendo vehículos en propiedad como primera forma de transporte, mientras que los servicios de transporte compartido serán un complemento".
Otros cinco analistas han iniciado la cobertura de Lyft, dos de los cuales recomiendan comprar mientras que los otros tres mantienen una posición neutral.
La experiencia de Lyft en los parqués da razones a Uber, su principal competidor, que esperaba debutar este mes, para preocuparse. Uber esperaba alcanzar una valoración bursátil de hasta 120.000 millones de dólares, superando por tanto la OPV de Lyft y cualquier otra realizada hasta este momento.También podría poner en guardia a los propietarios de Pinterest. El debut de esta tecnológica, que también podría llegar en abril aunque inicialmente se auguraba para junio, es otro de los más esperados del año. La plataforma para compartir imágenes confía en alcanzar una valoración de al al menos 12.000 millones de dólares.
Las tres compañías coinciden en que llegan a los parqués con pérdidas a sus espaldas. Ni Lyft ni Uber han logrado registrar beneficios hasta ahora: mientras la primera cerró el último ejercicio con unos números rojos de 911 millones de dólares, Uber perdió 3.300 millones. Aunque la diferencia entre ambas cifras es muy abultada, hay que tener también en cuenta que Lyft solo opera en Estados Unidos y Canadá, mientras que su competidor está presente en los cinco continentes y su negocio abarca desde el transporte de personas hasta el reparto de comida a domicilio. Por su parte, Pinterest perdió 63 millones en su último ejercicio, una cifra que, según asegura la compañía se redujo a la mitad respecto al año anterior.
De los tres casos, más preocupante podría ser el de Lyft, que advirtió en su folleto de salida a Bolsa, que no contaba con garantías de llegar a ser una empresa rentable en el futuro.