El consejo de Tesla debe prepararse para impactar con Elon Musk
Su nuevo conflicto con la SEC es la señal de que la junta debe preparar su sucesión como CEO
Es hora de que el consejo de Tesla se prepare para impactar con Elon Musk. El consejero delegado del fabricante de coches eléctricos se burló el lunes por la noche de la Securities and Exchange Comission (SEC), calificando sus acciones de “vergonzosas” después de que la agencia solicitara que se le mantuviera en desacato a los tribunales por un tuit engañoso. Su desprecio de las normas y la exactitud se ha convertido en una grave responsabilidad.
La última metedura de pata de Musk consistió en decirle a sus 24 millones de seguidores de Twitter la semana pasada que Tesla, valorada en 51.000 millones de dólares, “fabricará alrededor de 500.000 [vehículos] este año”. Eso es mucho más específico que el rango de 350.000 a 500.000 que proporcionó en la presentación de resultados del cuarto trimestre la compañía hace unas semanas.
No es de extrañar que la SEC haya vuelto al tribunal federal de Nueva York alegando que Musk se había desviado de un acuerdo de octubre por su anterior fracaso en Twitter –la afirmación de tener “fondos asegurados” para una compra de Tesla y su correspondiente exclusión de Bolsa.
El regulador estadounidense se abalanzó sobre el tuit sobre la producción casi inmediatamente, haciendo que Musk, con la ayuda de un abogado de Tesla, añadiera en pocas horas que “quería decir tasa de producción anualizada a finales de 2019...” En el acuerdo de octubre, la empresa se comprometió a preautorizar cualquier tuit de Musk que pudiera contener información material
Musk suele hacer estas cosas con sus estimaciones sobre la línea de ensamblaje. En un podcast con la jefa de la firma inversora Ark Invest y fan de Tesla Catherine Wood, el mismo día que los tuits del martes pasado, aclaró que cuando dice que la producción semanal ha alcanzado, digamos, los 5.000, en realidad quiere decir que es el máximo. Si se le suman las vacaciones, el mantenimiento y otras cuestiones, el número real es el “80% u 85%” de eso.
Existe la posibilidad de que la SEC, que ya lo obligó a renunciar a la presidencia durante tres años, pueda presionar para que lo destituyan como consejero delegado. Ese, después de todo, fue uno de sus objetivos después de que Musk rechazara inicialmente el acuerdo del año pasado.
Incluso si la agencia no llega tan lejos, cada vez está más claro que la amistosa junta de Tesla no ha logrado frenarle. Y parece muy probable que Musk vuelva a ofender. Los riesgos son demasiado altos ahora para que los consejeros ignoren la necesidad de planes de contingencia.
Esto significa diseñar un plan de sucesión creíble y, teniendo en cuenta la relación casi simbiótica de Musk con la marca Tesla, formas de gestionar la probable pérdida de confianza de los inversores. No es una tarea fácil, pero las luces de advertencia del salpicadero ya están parpadeando en rojo.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías