Sareb quiere recortar este año los contratos con Haya, Solvia, Servihabitat y Altamira
Prevé recuperar parte de los servicios y pagar menos comisiones y cederá la gestión de la promoción a Aelca, del fondo Värde Partners
Sareb cambia de estrategia respecto a sus cuatro servicers después de cinco años de trabajo. La Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria ha decidido recortar los contratos de estas empresas con las que trabaja, que son Haya, Altamira, Solvia y Servihabitat, para recuperar algunas de las atribuciones cedidas a esos gestores de su cartera, a poder ser ya a lo largo de 2019, aseguran fuentes financieras. Esa decisión significaría reducir las comisiones pagadas a estas compañías.
El banco malo ha comenzado la negociación con Haya Real Estate, propiedad del fondo Cerberus, ya que es el primer contrato que vence, concretamente en 2019. Los de Altamira (propiedad de doBank y Santander), Solvia (Intrum y Sabadell) y Servihabitat (Lone Star y Caixa) concluyen en 2021, pero desde la entidad presidida por Jaime Echegoyen quieren sumar a la negociación al resto de servicers, según las mismas fuentes.
Estas tres últimas gestoras no tienen la obligación de renegociar el acuerdo vigente, pero se espera que puedan pactar con Sareb para alargar la duración de sus contratos. En el caso de Haya, que ya ha sido informada, cuenta con la mayor cartera en gestión del banco malo. Este servicer tiene interés en salir a Bolsa durante este año si existen las condiciones propicias en el mercado para hacerlo, por lo que le beneficia tener aclarado este contrato para detallarlo a los potenciales inversores.
Sareb pagó en 2017 cerca de 240 millones de euros en comisiones de gestión y comercialización de activos a estos cuatro servicers, que desde el arranque de la entidad se encargaron de la cartera de activos del banco malo por un valor de 51.000 millones. A junio del año, quedaba un portfolio por valor de 36.000 millones. Se espera que tras la negociación, la entidad presidida por Echegoyen recupere la gestión de un perímetro de entre 5.000 y 10.000 millones, una última cifra adelantada el lunes por el diario digital La Información.
Desde que la sociedad contrató a los servicers, estas empresas han cambiado mucho, con nuevos dueños y más especialización. Entonces se cedió la cartera completa excepto las promociones en curso. La idea actual es arrebatar a las cuatro compañías varios cometidos. El primero, la gestión de los grandes acreedores de la entidad, como Martinsa-Fadesa o Reyal Urbis, ambas empresas en liquidación. También se pretende recuperar la promoción residencial, para en este caso asociarse a un socio industrial, en concreto la promotora de viviendas Aelca (propiedad del fondo Värde Partners), con la que actualmente negocia.
Sareb busca también migrar todos los contratos a una plataforma tecnológica propia y común, un software ya preparado en el caso de los préstamos y que en el caso de los inmuebles se está desarrollando. Por último, la entidad quiere recuperar las actividades que los servicers a su vez subcontratan, para eliminar un intermediario, como es el caso de la gestión urbanística y el mantenimiento de inmuebles.
Una alianza en la promoción para este trimestre
El banco malo alcanzó el pasado año un principio de acuerdo para asociarse con Aelca, la promotora de Värde Partners, que ejercerá como socio industrial y al que cederá la gestión de la construcción de viviendas en los suelos de la entidad presidida por Echegoyen. La idea de la sociedad es que se cierre el acuerdo en este trimestre, según fuentes financieras, mediante la figura de un FAB (Fondos de Activos Bancarios). En este vehículo, Sareb aportará entre 800 y 900 millones en suelo y controlará cerca del 90% del capital.
Por su parte, Aelca traspasó el pasado año todos sus activos a Vía Célere, otra promotora controlada por Värde, tras lo que asumirá el papel de accionista minoritario y de gestor de las promociones de Sareb.