Renault ultima el despido de Carlos Ghosn
El rechazo de la libertad bajo fianza obliga a la empresa a buscar relevo
El fabricante francés Renault ultima la salida de su presidente y consejero delegado, Carlos Ghosn, detenido desde hace dos meses en Japón por recibir pagos de Nissan de forma irregular, después de que un tribunal japonés haya rechazado su libertad bajo fianza. Ghosn está abocado, así, a varios meses de prisión en espera de juicio. Según la agencia Reuters, el Gobierno francés (que tiene el 15% de Renault) ha solicitado una reunión del consejo de administración para relevarle.
El Gobierno francés no se ha pronunciado oficialmente sobre la salida de Ghosn. El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, aseguró el lunes que se debe respetar la presunción de inocencia, y que Ghosn permanecería en el cargo hasta que esté claro que no podrá salir de prisión en meses. Precisamente, el martes, le fue denegada la libertad bajo fianza al directivo brasileño.
De acuerdo con el diario Les Echos, el consejo en el se tratará la destitución de Ghosn podría celebrarse el próximo domingo. Desde que el máximo directivo de Renault fue detenido, Thierry Bolloré ocupa el cargo de forma interina. Bolloré es candidato a mantenerse como consejero delegado, si bien de forma permanente, junto a ejecutivos como Didier Leroy (Toyota) o Philippe Guillemot (Elior). Jean-Dominique Senard (Michelin) podría ser el próximo presidente, según las agencias de noticias Bloomberg y Reuters.
Ghosn ya fue relevado de sus cargos en Nissan. El consejero delegado de la japonesa, Hiroto Saikawa, señaló públicamente que Renault también expulsaría a Ghosn una vez conozca toda la información. La caída en desgracia de Ghosn (cuya investigación fue dirigida por Saikawa) abre la puerta a un reequilibrio de fuerzas en la alianza. Renault tiene el 43,5% de Nissan y Nissan el 15% de Renault, pero sin derecho a voto. Saikawa descartó en una entrevista con Les Echos que se vaya a producir un cambio en el reparto de acciones.
Ghosn está acusado de no comunicar pagos por 70 millones de euros, incluidos traspasos de dinero de las cuentas empresariales a las personales para cubrir pérdidas en los mercados.