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Clarel solo ha dado beneficios en un ejercicio de los últimos cuatro

El negocio de droguería de Dia acumula pérdidas de 8 millones en ese periodo El grupo espera venderlo por 200 millones

Javier García Ropero

Dia ya está inmersa en la segunda fase de saneamiento de su deuda financiera. Después de recibir un balón de oxígeno por parte de la banca acreedora, con 896 millones hasta el 31 de mayo para recuperar la liquidez y poder acceder a nueva financiación para pagar a los proveedores, al grupo de supermercados le toca ahora cumplir con las siguientes etapas del acuerdo: desprenderse de activos secundarios y no rentables, y encarrilar una ampliación de capital de 600 millones de euros para apuntalar su balance.

Esta última la tiene asegurada después del acuerdo alcanzado con Morgan Stanley, y deberá ser aprobada por la junta de accionistas que, previsiblemente, se celebrará en marzo. Eso siempre que el primer accionista, el fondo luxemburgués Letterone liderado por Mijail Fridman, no maniobre para parar una operación a la que se opone de forma rotunda. El hecho de que esta ampliación sea condición indispensable para que los bancos sigan respaldando a Dia elimina cualquier incertidumbre más allá de si Letterone va a lanzar una opa antes de que se produzca.

Antes de eso, le toca a Dia acelerar el ritmo en las ventas de activos, en concreto, en las de las cadenas Max Descuento y Clarel. De la primera se encarga PwC, mientras que para la cadena de droguerías Dia ha encargado el proceso a dos de sus entidades acreedoras, Santander y BBVA, y de las dos es la que le puede reportar una mayor cantidad para sanear su situación financiera: cerca de 200 millones de euros por una cadena con cerca de 1.200 establecimientos.

Al menos, esa es la intención, aunque los resultados de Clarel en los últimos años han destacado por su irregularidad. Esta opera a través de la sociedad Beauty by Dia, una de las sociedades dependientes del grupo de supermercados, que en 2013 compró al grupo alemán Schlecker sus tiendas de droguería por 70 millones de euros.

En los cinco ejercicios en que Dia ha gestionado este negocio, rebautizado comercialmente como Clarel, este ha dado beneficios en dos, uno de ellos en 2013. En los últimos cuatro, la cadena de droguería solo ha sido rentable en uno, el 2016, y en el último con sus cuentas cerradas, el 2017, acumuló unas pérdidas de 4,5 millones. Desde 2014, estas se elevan por encima de los ocho millones.

También los ingresos han caído de forma progresiva. En 2017, estos fueron de 252,5 millones, una caída del 3% respecto al año anterior un 3,3% menos si se compara con los ingresos del año 2013.

Según los últimos datos aportados por el Grupo Dia, correspondientes al tercer trimestre del ejercicio 2018, la red de tiendas de Clarel se elevaba a 1.271, dos menos que un año antes. La reducción se ha dado por el lado de las tiendas propias, que han pasado de 1.138 en septiembre de 2017 a 1.082 en 2018, mientras que el número de franquiciadas ha pasado de 135 a 189. Este número ha ido ganando un peso importante en la red de las tiendas de droguerías. En 2013, el peso de las franquiciadas en la red apenas suponían algo más del 2%, por el 15% que tenían el pasado mes de septiembre.

“Clarel es muy rentable, tiene muy buen mercado y es un buen negocio”, afirmó el entonces consejero delegado de Dia, Antonio Coto, en la presentación de los resultados del tercer trimestre del año pasado. Entonces, este anticipó que la compañía iba a estudiar “estrategias alternativas” para el negocio, sin hablar explícitamente de su venta.

Las dificultades que ha atravesado Dia en los últimos meses, sobre todo a raíz de que la banca le limitara a finales de octubre la liquidez para financiar los pagos a proveedores y que hizo que los sufragara con su propia caja. Finalmente, y como parte de la negociación con la banca acreedora, Dia busca comprador a Clarel.

El efecto de la refinanciación, neutralizado en la Bolsa

Bajada. La acción bursátil de Dia, que a finales del año pasado abandonó el Ibex 35, sufrió ayer una caída del 6,10%, cerrando a un precio de 0,42 euros. Con esta bajada, y la del día anterior, superior al 4%, el efecto positivo que tuvo la confirmación de la refinanciación en el valor de las acciones ha sido definitivamente neutralizado. Estas sufrieron un repunte de alrededor del 30% en la última semana de 2018, pero en las sesiones celebradas en 2019, Dia solo ha terminado tres en positivo, y vuelve a acercarse a su mínimo histórico, fijado en 0,36 céntimos. El grupo perdió la barrera del euro el 15 de octubre, cuando lanzó su profit warning, y no alcanza los 0,50 euros desde el pasado 5 de diciembre.

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Sobre la firma

Javier García Ropero
Redactor de la sección de empresas, especializado en distribución, gran consumo y economía del deporte. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Especialista en información económica de la UIMP. Desarrolla su carrera en CincoDías desde 2011 tras haber pasado por El Mundo y Vocento.

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