La Reserva Federal se muestra “paciente” para futuras subidas de tipos
El comité de la Fed recomendó suavizar los mensajes y esperar a ver qué reflejan los datos antes de proceder a próximas alzas
La Reserva Federal de EE UU no tiene prisa en subir los tipos de interés. Esa es la idea que se desprende de las actas de la última reunión celebrada el pasado 18-19 de diciembre. Aunque el comité acordó por unanimidad elevar los tipos por cuarta vez en 2018, varios de sus miembros se mostraron partidarios de no efectuar ninguno cambio. Con la vista puesta en los próximos meses, cuatro presidentes de los 12 bancos regionales que integran la Fed señalaron que la institución podría tomarse un respiro en el proceso de subida de tipos ya que las presiones inflacionistas se mantienen controladas.
En línea con las últimas declaraciones pronunciadas por Jerome Powell, el comité recomendó suavizar los mensajes y esperar a ver qué reflejan los datos antes de proceder a próximas subidas de tipos. Esta flexibilidad quedó patente en el diagrama de puntos en donde los miembros recortaron de tres a dos las subidas de tipos para este año.
“Los participantes señalaron que los recientes acontecimientos, incluida la volatilidad en los mercados financieros y la creciente preocupación sobre el crecimiento global, hacen que el volumen y momento de futuros ajustes sean menos claros que anteriormente”, recogen las actas.
En el documento publicado ayer los miembros de la Fed identificaron hasta cuatro riesgos a la baja que pueden lastrar las perspectivas: una mayor ralentización de la economía mundial, el desvanecimiento más rápido de los esperado del estímulo fiscal, el empeoramiento de las condiciones financieras fruto de las tensiones comerciales y un impacto negativo de la política monetaria. Los responsables de los bancos regionales se muestran positivos con la macroeconomía y apuntan que pes al endurecimiento de las condiciones financiera y que el crecimiento mundial se ha moderado, la economía estadounidense y el mercado laboral continuarán dando señales de fortaleza.
La previsible flexibilización de la política monetaria estadounidense aceleró la caída del dólar frente al euro. La divisa europea recupera parte del terreno perdido en los últimos meses y recupera los 1,15 dólares, niveles que no registraba desde el pasado mes de octubre.
A finales de mes (30-31 de enero) la Reserva Federal volverá reunirse. El mercado no espera cambios después de las cuatro subidas de tipos efectuadas en 2018. Desde el pasado 19 de diciembre los tipos de interés se sitúan en la horquilla del 2,25%/2,5%. Los futuros de los fondos federales no prevén alza de las tasas este año, algo que contradice las previsiones del banco central de EE UU que en la pasada cita cifró en dos los ascensos para este ejercicio.