Las fusiones irán al rescate de las ‘startups’ chinas
El endurecimiento de la normativa, la rudeza de los mercados y la ralentización de la economía mundial están poniéndolas en problemas
Las startups de China necesitarán –y recibirán– un salvavidas en forma de fusiones y adquisiciones en 2019. El endurecimiento de la normativa, la rudeza de los mercados de Bolsa y la ralentización de la economía mundial hacen que muchas tecnológicas recién nacidas tengan dificultades para recaudar dinero. Con la ralentización de la máquina de operaciones corporativas del adquirente en serie Tencent, se ha creado un mercado de compras para empresas como Alibaba, SoftBank y Xiaomi. Las empresas de software empresarial, inteligencia artificial y coches eléctricos son los objetivos más vulnerables.
En los tres primeros trimestres del año, las startups chinas recaudaron unos 45.000 millones de dólares, según CB Insights, un 40% más que el año anterior. Sin embargo, solo una décima parte de las 25 empresas chinas de internet que han salido a Bolsa este año en Hong Kong y Nueva York están por encima del nivel del mar, lo que dificulta la justificación de la financiación de rondas de ofertas públicas preiniciales.
Nuevas leyes han afectado también a las acciones de las empresas de juegos y educación y las fintech, así como los efectos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la desaceleración del consumo interno y un acceso más restringido al crédito. Las valoraciones seguirán bajando.
Para las corporaciones con dinero en efectivo, es tiempo de compras. El monstruo de las fusiones y adquisiciones estaba siendo Tencent, cuyas operaciones han bajado en plena caída del precio de las acciones, la presión regulatoria y su reestructuración. Los 30.000 millones de dólares en efectivo de Alibaba y sus ambiciones de software empresarial y de la nube lo convierten en un candidato a comprar. Sin embargo, la falta de objetivos de envergadura hace que las ganancias puedan ser escasas.
Hay más oportunidades en los sectores superpoblados, donde todas las empresas, excepto las mejores, pueden tener dificultades para recaudar dinero. SenseTime, que cuenta con el respaldo de SoftBank, podría buscar comprar otras más pequeñas, como la compañía de imágenes 3D Deep Glint. Recién salido de su exitosa salida a Bolsa, el fabricante de vehículos eléctricos Nio podría aspirar a rivales como Chehejia. Frente a la caída del gasto publicitario y los pobres debuts de Aurora, Gridsum y Mobvista, las tecnológicas de publicidad más pequeñas y débiles que no pueden salir a Bolsa pueden fusionarse con sus competidores.
Compañías como el agregador de noticias Qutoutiao, que han tenido dificultades desde que su salida al parqué, podrían terminar siendo compradas por ByteDance o incluso por Xiaomi, que está hambrienta de contenido y que quiere enganchar mejor a los usuarios de sus teléfonos móviles. Empresas de comercio electrónico especializadas, como Babytree, que también ha tenido un rendimiento deficiente, pueden terminar vendiéndose a firmas ricas en efectivo como Hillhouse o KKR. Los bebés panda tecnológicos de China pronto podrían encontrarse en nuevos hábitats.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías