Tensión entre los fabricantes de trenes por el retraso en el plan financiero de Renfe
Los concursos esperan la firma del contrato programa entre el operador y Fomento
Los grandes fabricantes de trenes con implantación en España están pasando en las últimas semanas de la incertidumbre al nerviosismo, a la vista del retraso en los ambiciosos planes de Renfe para renovar su flota de Cercanías y Media Distancia.
El anterior Gobierno fijo la necesidad de 439 unidades hasta 2027, con una inversión de 3.130 millones, y otros 119 trenes opcionales por 1.230 millones más. Talgo, Alstom, Siemens, Stadler, CAF o Bombardier, todas ellas con plantas locales, esperan noticias sobre los concursos desde antes del verano. Y entre ellas hay directivos que aprecian nubarrones negros para el sector por la inestabilidad política.
Renfe trabaja en el borrador de los pliegos y todo parece indicar que habrá varios contratos en juego después de que el pedido de 30 trenes de alta velocidad y su mantenimiento durante 30 años quedara exclusivamante en manos de Talgo, en noviembre de 2016 y con ampliación en junio de 2017, por 1.491 millones.
El anterior Gobierno fijó la necesidad de 439 trenes, con una inversión de 3.130 millones, y 119 opcionales por 1.230 millones más
Pero Fomento y la empresa pública han de dar un paso previo que condiciona la adquisición de material rodante. Ambas tienen sin firmar el contrato-programa por el que Renfe recibe el mandato de explotar las obligaciones de servicio público (OSP). Estos, precisamente, son los servicios de de Cercanías y regionales por los que recibe una subvención pública para cubrir los costes de explotación. El escenario para el periodo 2018-2027 contempla una inyección, por parte del Estado, de 9.623 millones.
El documento, cuya rúbrica se esperaba ya en el lejano mes de junio, recoge las necesidades de renovación de flota, y la citada financiación resulta esencial para lanzar los pedidos que fueron anticipados durante la etapa del PP al frente del Gobierno. Además, se incluye el calendario de amortización del material rodante y se abre la posibilidad de que Renfe pueda endeudarse para hacer compras. Sin este plan financiero no hay concursos.
Entre los fabricantes se preguntan si se trata de un bloqueo ante la dificultad de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado o de una puesta en revisión de las prioridades de inversión. Al respecto, fuentes cercanas a Fomento recuerdan que el Gobierno socialista no heredó un plan de material rodante sino un simple análisis de necesidades, e insisten en que ha sido en el nuevo mandato cuando se ha desbloqueado el contrato-programa. Tras ello, aseguran que la firma es ahora “inminente”.
Renfe trabaja en el borrador de los pliegos y todo parece indicar que habrá varios contratos de compra de trenes
Pero los fabricantes ya escucharon esa promesa en septiembre de boca de la secretaria general de Transporte, María José Rallo, durante una de sus comparencencias en el Congreso. Y es el paso del tiempo sin nuevas noticias lo que está alimentando las dudas en la industria, que ve cómo se ha caído el plan extraordinario de inversión en carreteras (PIC) o acumula meses de retraso la licitación de contratos de conservación por problemas en los pliegos.
Casi un año de trámites
Fomento aprobó en diciembre de 2017 el listado de servicios subvencionados. Después vinieron la moción de censura del PSOE y el consiguiente cambio de en La Moncloa, y no ha sido hasta el 28 de septiembre cuando ha recibido la bendición de Hacienda.
Las fuentes consultadas, tanto en Renfe como en Fomento, explican que el documento no habría podido firmarse en ningún caso antes del pasado verano. Durante estos meses, además, se han revisado las prioridades del operador, con el contrato abierto a posibles retoques.
La antigüedad media es de 21 años en los trenes eléctricos de Cercanías y de 36 años en los diésel.
De forma paralela, el ministro José Luis Ábalos está ratificando compromisos sobre la modernización de los servicios de Cercanías a la vista de que son los de mayor uso y más necesidad de renovación de flota. La antigüedad media es de 21 años en los trenes eléctricos de Cercanías y de 36 años en los diésel.
En el Ministerio desligan el devenir del contrato-programa de Renfe de la tramitación de los Presupuestos Generales, que el presidente Pedro Sánchez está dispuesto a presentar en enero. Sin embargo, la cifra a pagar al operador que preside Isaías Táboas como compensación por operar servicios deficitarios sí debe estar recogida en las cuentas que el Gobierno ha pactado con el grupo Podemos.
El paso adelante de Hacienda
Modificación de la Ley General Presupuestaria. El Ministerio de Hacienda dio un paso decisivo el 28 de septiembre con la aprobación, en consejo de Ministros, de la modificación de los límites y el número de anualidades establecidos en la Ley 47/2003 (artículo 47) para adquirir compromisos de gasto con cargo a ejercicios futuros. Se trataba de hacer posible la firma del contrato entre el Estado y Renfe Viajeros para la prestación de los servicios de Cercanías, Media Distancia Convencional, AVANT y Ancho Métrico, todos ellos sujetos a obligaciones de servicio público (OSP) para el periodo 2018-2027.
De cuatro a diez anualidades. La citada Ley General Presupuestaria limita a cuatro anualidades los compromisos de gasto de carácter plurianual, aunque el Gobierno puede reclamar una ampliación si existe causa justificada y siempre que la Dirección General de Presupuestos acredite la coherencia de esta extensión con la programación. El contrato-programa de Renfe alcanza los diez ejercicios.