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Los autónomos confían más en su plan de jubilación que los asalariados

Su ahorro para la jubilación: inmuebles y el negocio propio

Las expectativas y perspectivas de autónomos y asalariados respecto a la longevidad y la jubilación presentan algunas diferencias, mostrando los primeros más confianza en su propia planificación de la jubilación y más optimismo respecto a esta etapa. Quienes trabajan por cuenta propia son más conscientes de que deberían empezar a ahorrar antes para la jubilación, según una encuesta sobre “Jubilación y longevidad” realizada por Abante.

Los autónomos, como hemos comentado en otras ocasiones en este blog, afrontan en su desempeño profesional determinadas particularidades desde el punto de vista fiscal y de Seguridad Social. Pueden elegir la base de cotización y, en el caso de algunos colectivos profesionales pueden optar por la mutualidad que les corresponda como alternativa al régimen de la Seguridad Social (RETA), lo que también implica diferencias en el cálculo de su pensión, entre otras cuestiones.

Así, los autónomos deben tomar decisiones que afectarán a su jubilación desde el inicio de su carrera y, tal vez por esto, tengan más interiorizada la planificación de esta etapa. Por un lado, los autónomos consideran que deberían empezar a ahorrar antes para mantener el nivel de vida cuando dejen de trabajar (50%, frente al 36% que dijo esta opción entre los empleados por cuenta ajena), pero parecen menos dispuestos a continuar su formación para mejorar laboralmente: el 17% de los trabajadores por cuenta ajena dijo que sí ampliaría su periodo de formación, mientras que solo el 13% de los autónomos dio esta respuesta.

Mantener el nivel de vida en el futuro

Por otro lado, los autónomos dieron más aspectos positivos cuando se les preguntó cómo imaginaban su vida con 75 años (el 89% de ellos) que los asalariados (80%) o los que se encuentran en otras circunstancias (78%). Y más trabajadores por cuenta propia (30%) dijeron que se veían bien económicamente a los 75 años que los que los empleados (23%).

Además, los autónomos consideran en mayor medida (el 37%) que sí están tomando medidas para fomentar los aspectos que serán importantes para ellos para la jubilación (el 33% en el caso de los que trabajan por cuenta ajena). Además, los autónomos son más partidarios de buscar alternativas laborales tras la jubilación que les permitan seguir teniendo ingresos (34%, porcentaje que se reduce al 22% en los empleados).

Los autónomos consideran que pueden empezar a ahorrar más tarde para la jubilación que los asalariados

Respecto a la edad en la que dejarán de trabajar, llama la atención que mientras que solo el 1% de los asalariados respondió que no desea jubilarse, el 11% de los autónomos se decantó por esta opción. Y el 65% de los autónomos afirma que no renunciaría a nada para adelantar su edad de jubilación, mientras que entre los asalariados el porcentaje se reduce hasta el 58%.

Confían más en su plan que en la pensión pública

Los autónomos son más negativos que los empleados por cuenta ajena respecto a si con el sistema público de pensiones mantendrán su poder adquisitivo en el futuro (83% dijo que no, frente al 78% de quienes trabajan para otros) y señalaron cantidades inferiores cuando se les preguntó sobre cuánto creían que recibirán del Estado cuando dejen de trabajar, como se ve en el gráfico. Pese a que confían menos en la pensión de la Seguridad Social, los autónomos están algo menos preocupados que los asalariados sobre la posibilidad de no tener dinero suficiente para la jubilación: el 59% lo está, frente al 68% de los trabajadores por cuenta ajena.

Esto puede explicarse por el hecho de que el 83% de quienes trabajan para sí mismos señaló que sí ha empezado a tomar medidas económicas para la etapa de la jubilación (solo el 68% de los empleados lo hacen). Y, además, entre quienes toman medidas en uno y otro grupo, los autónomos confían más en que estas serán suficiente (83%, frente al 60% de los trabajadores por cuenta ajena).

Respecto a las medidas que están tomando, los trabajadores por cuenta propia señalan en mayor medida la inversión en inmuebles (44%) que los que lo hacen por cuenta ajena (28%), además de que cuentan, para su jubilación, con un negocio propio que pueden vender (respuesta que dio el 26% de los autónomos y solo el 3% de los asalariados).

En lo que se refiere a la inversión a través de productos financieros, en ambos casos los planes de pensiones, los fondos de inversión, los depósitos y las acciones son los más contratados para este objetivo financiero. Sin embargo, se observa que los autónomos recurren en mayor medida a las acciones de renta variable (el 45%) que los asalariados (el 36%), más a los seguros de ahorro (28% frente al 17%) y menos a las cuentas de ahorro remuneradas (26% frente al 37%).

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