Albella aboga por eliminar los informes trimestrales de resultados empresariales
Critica a Economía por no haber dado la autoridad de servicios financieros a la CNMV Reconoce un éxito modesto en la atracción de empresas por el Brexit
El presidente de la CNMV, Sebastián Albella, ha asegurado que el modelo de un supervisor de conducta y otro de solvencia es el más adecuado, en lugar de uno sectorial, como el actual. Ahora, el organismo que él preside se encarga de vigilar la solvencia de los intermediarios financieros y también su conducta, según ha explicado en la convención anual de mercados financieros convocada por la Asociación de Mercados Financieros (AMF).
El modelo por el que ha abogado Albella es el denominado twin peaks, en el que el Banco de España y el BCE se encargarían de todos los aspectos relacionados con la solvencia de brókeres, bancos y aseguradoras, y la CNMV, de que las actuaciones de todas estas entidades sean adecuadas. Este es el modelo adoptado en Reino Unido, con la Financial Conduct Authority (FCA) por un lado y el Banco de Inglaterra, con la Prudential Regulation Authority (PRA), por otro.
El presidente de la CNMV, sin embargo, ha admitido que esta cuestión no supone una prioridad y que durante 30 años se ha ejecutado una labor de supervisión sectorial sin problemas. Ahora, cada supervisor se encarga de la conducta y de la solvencia de sus entidades: el Banco de España de entidades financieras, la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP), de las aseguradoras, y la CNMV, de las empresas que prestan servicios de inversión.
Respecto a la obligación de entregar información de los trimestres concluidos el Albella ha recordado que España es uno de los pocos países de la UE que exige información financiera a cierre de marzo y de septiembre. Europa, a través de una directiva publicada en noviembre de 2013, eliminó la obligación de que las empresas cotizadas la obligación de publicar una declaración intermedia o un informe financiero trimestral, si bien España fue el único país, junto con Polonia y Rumanía que lo siguen exigiendo.
"Esto puede hacer que nuestro mercado sea menos atractivo", ha afirmado en la convención anual de la Asociación de Mercados Financieros. Albella ha reconocido que el 80% de las empresas cotizadas ofrece esta información trimestral, pese que no sea una exigencia reflejada negro sobre blanco, y que su deseo es que sigan publicándola pero que deje de ser una obligación. Es uno de los factores que resta competitividad a la Bolsa española.
Sobre la autoridad que velará por los derechos de los usuarios del sector financiero, el presidente de la CNMV ha criticado que no dependa del supervisor de los mercados, como en principio estaba previsto de acuerdo al proyecto del Gobierno de Mariano Rajoy. Ha añadido, con todo, que seguro que la labor de este organismo será positiva, "siempre que haya una verdadera coordinación entre esta nueva autoridad y la CNMV".
Respecto a la efectividad de la campaña desplegada por la CNMV para atraer empresas ante el Brexit ha sido modesta, por dos motivos: la inestabilidad en Cataluña y la falta de actuación coordinada, como sí ha ocurrido en Francia. Madrid se situará por detrás de Fráncfort (Alemania), París (Francia) y Ámsterdam (Holanda) en esta cuestión. "Hay países que han modificado su normativa fiscal", ha añadido.
Sobre este tema, Sebastián Albella, que fue el que más enarboló la bandera para atraer empresas, firmas y fondos por el Brexit, poco después de su llegada a la CNMV en octubre de 2016, ha admitido que se van a ver algunos "éxitos, pero modestos en relación con los países mencionados".
La 'tasa Tobin'
El presidente de la CNMV ya cargó el 1 de octubre contra el proyecto de ley del Gobierno para imponer una tasa a las transacciones financieras (tasa Tobin, en la jerga). Aseguró entonces que ese impuesto, que implicará el cobro de un 0,2% sobre el importe de la operación, ya sea de compra o de venta, sería "lesiva para el mercado español, especialmente en un momento de tanta competencia entre los diferentes centros financieros".
"Lo ideal hubiera sido que se implantara de modo coordinado con los países de la UE. Tenemos que ser respetuosos y lo somos con las decisiones que adepta el Gobierno", ha sentenciado Albella. El impuesto, con todo, tendrá dificultades de implantación eficaz, pues el funcionamiento de las Bolsas de todo el planeta hace complicado que la Agencia Tributaria pueda asegurarse su cobro por parte de los grandes inversores extranjeros, como publicó CincoDías el pasado 22 de octubre.