_
_
_
_
Distribución

Glovo crea su propio 'super' online para competir con Amazon o Mercadona

Planea abrir varios en la capital y expandirse a ciudades como Barcelona Su consejero delegado admite que "sería una buena faena" que les obligaran a contratar a sus 'riders'

Un repartidor de Glovo.
Un repartidor de Glovo.
Marimar Jiménez

Glovo, la empresa de reparto a domicilio, se lanza a competir con los gigantes de la distribución como Amazon, Mercadona, El Corte Inglés o Carrefour, y pequeñas empresas como Ulabox o Lola Market. Su consejero delegado, Óscar Pierre, ha anunciado hoy que  la compañía ha abierto en Madrid su primer supermercado ciego con 1.000 referencias, entre ellas productos frescos como frutas y verduras. Se trata de un almacén físico, situado en el barrio de Tetuán, con 200 metros cuadrados y no abierto al público, pues solo se puede comprar en el a través de internet.

Pierre avanzó que el plan es abrir otros 3 ó 4 super más en Madrid, "porque el objetivo es servir los  pedidos en un plazo de 20 minutos máximo. En la actualidad, con un solo almacén, tardan 30 minutos. También apuntó que el consejo de administración de la compañía ha aprobado la apertura de otros 2 o 3 supermercados más en Barcelona, y otros más en Buenos Aires, Lima y Santiago de Chile. "Nuestro objetivo es llegar a ser un referente para la compra mensual, pero de momento nos centramos en las compras de conveniencia, con entre 8 y 10 productos".

El directivo apuntó que ve una gran oportunidad de negocio, dado que en España la penetración de los supermercados online es solo del 1% mientras en Reino Unido es del 5%. "Hay mucho por crecer", aseguró. Igualmente aclaró que la fórmula les permite comprar los productos directamente a los proveedores, lo que les da mayores márgenes que trabajando con establecimientos de terceros, algo que ya hicieron el pasado año con Supermercados Miquel Alimentació en Barcelona. 

El supermercado de Madrid está abierto 24 horas los 7 días de la semana y cuenta con casi una decena de empleados. 

Con este movimiento, Glovo deja clara su apuesta por diversificar su negocio, hoy muy dependiente de la entrega de comida de restaurantes a domicilio, donde cuenta con fuertes competidores como Uber, Just Eat y Deliveroo. En España, según indicó Pierre, más del 80% de sus ingresos actuales proceden de esta actividad (en Latinoamérica la cifra se rebaja al 70%). 

En plena expansión, tras cerrar una ronda de financiación de 115 millones el pasado julio que dio entrada a los dueños de la Tiaglatella, el CEO de Glovo explicó otras dos nuevas apuestas de futuro de la compañía. Una, la apertura de Cook Room, las llamadas cocinas fantasmas para preparar comida para servir a domicilio. "Ya hemos abierto tres, en Madrid, Barcelona y Santiago de Chile, y el plan es alquilar estos espacios a pequeños restaurantes", con el fin de que compitan con las grandes cadenas de restauración. La otra apuesta es Glovo Bussiness, su servicio de mensajería para empresas dentro de las ciudades. Un negocio puro B2B.

Menos facturación de la prevista

Glovo cerró 2017 con unos ingresos de 17 millones y este año, según avanzó Pierre, cerrará el año con una facturación bruta de 80 millones de euros, por debajo de los 90-100 millones inicialmente previstos. El ejecutivo aclaró que se debe a dos factores: "No calculamos bien la estacionalidad de nuestro servicio, pues la gente pide menos comida para casa cuando hace buen tiempo, y el ticket medio de pedido en Latinoamérica, que está siendo inferior al de España". Pierre detalló que en un pedido de 20 euros, Glovo recibe 1 euro y los repartidores 5 euros.  

Para 2019, la joven empresa española prevé doblar el número de establecimientos en su plataforma hasta 20.000. Igualmente espera sumar más de 8,5 millones de usuarios únicos (hoy tiene 2,5 millones), más de 70.000 repartidores activos (ahora 21.000) y multiplicar por tres los pedidos (este año gestionarán 10 millones). Glovo, que hoy está en 20 países, también quiere llegar a 10 nuevos países (principalmente en África y Europa del Este) el próximo año y cerrar con 1.200 empleados (hoy 800).

Sobre este punto, Pierre aclaró que van a fichar a 300 ingenieros informáticos, que se unirán a los 60 que tienen en la actualidad. El directivo reconoció que Glovo tiene hoy un "cuello de botella". "Tenemos mucha gente pensando ideas, pero pocos ingenieros que ayuden a desarrollarlas".

Conflicto laboral

Pierre dejó claro hoy que es consciente que el modelo con repartidores autónomos de Glovo está en entredicho. Su empresa se ha enfrentado a inspecciones de trabajo y a juicios por denuncias de riders y de algunos sindicatos. El directivo no esquivó la pregunta de qué pasaría si el asunto llegara al Supremo y este les obligara a contratarlos: "Sería una buena faena, pero veríamos la manera de adaptarnos". "En cualquier caso", precisó, "no creo que esto ocurra, no tendría sentido. Pero si así fuera la solución podría ser crecer en otros países para que España represente un porcentaje menor de nuestro negocio".

El fundador y CEO de Glovo defendió que los glovers no tienen una relación laboral con la empresa y aseguró que confía que en el futuro se imponga el modelo laboral "híbrido" que ellos defienden y que combina la flexibilidad del autónomo con mayores coberturas. "Es algo en lo que Francia e Italia están avanzando y que aquí no se ha hecho nada". Pierre insistió en que en las encuestas que regularmente hacen a los repartidos estos se muestran "satisfechos" con la "libertad y flexibilidad" que les da trabajar para Glovo, "pues pueden desconectarse de la aplicación cuando quieren, incluso después de aceptar un pedido". También resaltó que su compañía da a los riders un seguro privado, "algo que no hacen otras plataformas".

Con este contexto de fondo, Pierre explicó que Glovo ha creado un departamento de políticas públicas, que está liderado por el cofundador Sacha Michaud con el fin de hacer lobby e impulsar un código de buenas prácticas en el sector. "El objetivo es mantener reuniones con los agentes públicos, sociales y económicos y establecer un debate".

El directivo precisó que los trabajadores de su nuevo supermercado en Madrid  si son empleados de Glovo, y lo mismo ocurrirá en el resto de super que abran. Además, dijo que no descartan que para ofrecer el servicio de Superglovo contraten en el futuro una empresa logística que tenga furgonetas o que compren ellos mismos este tipo de vehículos. "Algunos de nuestros glovers ya reparten en coche, aunque son pocos y suelen hacerlo por la noche cuando hay muy poco tráfico". 

Sobre la firma

Marimar Jiménez
Redactora senior en la sección de Empresas de CINCODIAS. Sigue la actualidad del sector de tecnologías de la información y del ecosistema emprendedor español. Antes de incorporse al diario en 2000 trabajó en Actualidad Económica y los suplementos Futuro y Negocio en EL PAIS. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

Archivado En

_
_