Berta Martín: “Un 30% del éxito de una marca de moda depende de la localización”
Creó la firma de moda en 2010, a partir de una pequeña tienda en Madrid Tiene 18 locales, emplea a 60 personas, factura 5 millones y prevé abrir en México
Estudió Derecho y Bolsa en el IEB, formación que completó con un máster en Marketing y Gestión Comercial en Esic y con un MBA en el ISEM Fashion School. Después de trabajar un año en el grupo L’Oréal, decidió continuar con una tradición familiar, que comenzó su abuela y que posteriormente siguió su madre: tener una tienda de moda. Berta Martín (Madrid, 1985) abrió en 2010 su primer local en la calle Castelló de Madrid, germen de lo que más tarde se convirtió en una marca como Poète. Influenciada por sus viajes a París, compraba allí ropa para mujeres femeninas y románticas. Poco a poco, empezó a recibir ofertas para abrir franquicias de la tienda. En ese momento comenzó a realizar sus propios diseños.
De todo ello habla en su despacho taller, ubicado en el distrito de Ciudad Lineal, de donde salen todas las creaciones de la firma, que fabrica el 90% de sus colecciones, cuatro al año, en España, salvo las prendas exteriores, el tricot o los bordados, que se confeccionan en Portugal principalmente, aunque ahora está empezando a trabajar en China. Cree que el éxito de Poète, que en la actualidad cuenta con 18 tiendas propias, además de un centenar de puntos de venta en locales multimarca, factura cinco millones y da empleo a más de 60 personas, se debe a la diferenciación. “Un cliente tiene la opción de ir a una gran cadena, y si entra en alguna de nuestras tiendas es porque sabe que va a encontrar algo diferente, algo pensado para una mujer trabajadora y femenina”, asegura Martín, que cree que el concepto de moda está cambiando hacia una casualización que se hace evidente en combinaciones como el traje de chaqueta con zapatillas, “aunque hay sectores, como la banca o la consultoría, en los que hay que mantener el protocolo”. El espacio en el que trabaja es blanco, con mobiliario de inspiración romántica, reflejo de la misma filosofía de la marca, con un divertido revoltijo de flores rosas de tela, muestrarios de tejidos, patrones, revistas de moda… “Es un desorden ordenado, porque yo sé dónde está todo”, aclara.
Su objetivo para antes de que finalice el invierno es abrir dos nuevas tiendas en Zaragoza o en Madrid, aunque reconoce que la tarea de encontrar espacio no es fácil. “Locales hay muchos, pero no todos sirven. El éxito de una marca de moda depende en un 30% de la localización, otro 30% del personal y el otro 30% del producto. Queremos crecer en tienda de calle, pero también reforzar la venta online, que supone cerca del 7% de las ventas”, asegura. A pesar de su expansión, sabe lo que es el fracaso. “Abrí una tienda en Ciudad de México, que tuve que cerrar, porque su apertura fue precipitada. Para salir fuera tienes que tener primero bien cimentado tu país de origen”, reconoce Martín, que asegura estar preparada ahora para volver al país azteca.