Iberpapel apuesta por la diversificación e internacionalización
La papelera presenta una estructura financiera saneada y una solvencia óptima
La compañía vasca Iberpapel demostró la semana pasada que puede continuar dando buenos resultados, a pesar de tener que lidiar con diversos elementos adversos como la parada general de mantenimiento, el crecimiento del coste de los derechos de emisión de CO2 y la aplicación de criterios conservadores en la retribución de la energía eléctrica vendida, consecuencia de los parámetros fijados por el RD 413/2014 del 6 de junio.
A pesar de ello, la empresa cerró el tercer trimestre del año con un beneficio neto de 17,6 millones de euros, que supone una mejora del 15,7% en términos interanuales, con incremento de ventas en todas las líneas de negocio.
Así, las ventas de papel mejoraron un 1,1% (133,8 millones de euros), principalmente derivado de un precio del papel al alza; las de electricidad subieron un 3,3% (30,7 millones de euros) y las de madera (2,1 millones de euros), un 194,2%; es destacable que estos resultados positivos se producen además en un contexto de fuerte devaluación de las monedas latinoamericanas.
Desde Axesor Rating se destaca la clara vocación internacional de la compañía, que mitiga el riesgo de dependencia del mercado doméstico (58% de la facturación en el último ejercicio completo), la progresiva, aunque incipiente, diversificación operativa (la división forestal se está afianzando en Uruguay y Argentina) y su elevado grado de integración vertical, que le permite obtener ventajas competitivas en términos de costes, productividad y flexibilidad del proceso productivo. Axesor Rating otorga a Iberpapel un rating no solicitado de A con tendencia estable.
La empresa, fundada en 1935, inicialmente centrada en la fabricación de papel de impresión y escritura, mantiene una alta dependencia de la línea destinada a la venta de papel, que en los últimos resultados presentados, todavía suponía algo más del 80% de la facturación. En consecuencia, las cifras de Iberpapel son altamente sensibles a la volatilidad de los precios del papel y la celulosa.
Pese a esta serie de dificultades que han obstaculizado en parte la actividad recientemente, la compañía destaca por su adecuado nivel de eficiencia operativa, gracias a la fabricación bajo demanda, la continua modernización de sus instalaciones y su autoabastecimiento en la línea de papel y electricidad, donde no depende de suministradores externos.
Desde un punto de vista financiero, la compañía presenta una estructura saneada, caracterizada por una significativa autonomía, representando los fondos propios algo más del 67% del total de las fuentes de financiación.
Eso sí, cabe reseñar el fuerte incremento de la deuda financiera, que ha pasado de 5,72 millones de euros en 2015 a cerrar el tercer trimestre de este año en unos 74,07 millones de euros. Esta evolución es achacable a la puesta en marcha del llamado Proyecto Hernani, que contempla una inversión total de 180 millones de euros para la reforma y modernización de la planta de celulosa de la Papelera Guipuzcoana de Zicuñaga.
Incluso teniendo en cuenta este considerable aumento de la deuda, nuestra visión es que Iberpapel exhibe una excelente posición de solvencia sustentada por la adecuada generación operativa de negocio, la amplia tesorería mantenida y los controlados niveles de apalancamiento. Así, el ratio de DFN/Ebitda se situó al cierre del último ejercicio completo en valores negativos de -2,1x.
Adicionalmente, la sólida capacidad de generación de caja tiene como consecuencia una situación de liquidez excelente. Esto se ve reforzado por la disposición de líneas de crédito libres y la flexibilidad financiera que le otorga el ser una compañía cotizada.
En definitiva, la compañía cuenta con amplias garantías para atender la totalidad de las obligaciones contraídas, tanto a corto como a largo plazo, por lo que no esperamos que haya tensiones de liquidez.
Nuestra previsión es que el grupo mantendrá unos niveles de actividad adecuados en los próximos ejercicios, con un negocio apoyado en la solidez de la actividad y la orientación hacia sectores de mayor valor añadido.