Solo uno de cada diez asalariados querría ser autónomo
El INE calcula que al 21% de los trabajadores por cuenta propia les gustaría ser empleados Unos 43.000 ocupados se establecieron por su cuenta porque se lo pidió su último empleador
En un momento como el actual en el que la palabra emprendedor o emprendimiento están constantemente en boca de muchos, surge inmediatamente la duda de si la persona que es o se convierte en autónomo es realmente porque quiere desarrollar un negocio o porque se ve forzado a ello ante la falta de un empleo asalariado adecuado.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha detectado que el 70% de los autónomos está satisfecho con su forma de empleo. Sin embargo, no son tantos quienes, teniendo un trabajo por cuenta ajena les gustaría tener uno por cuenta propia: apenas uno de cada diez asalariados querría, en realidad, ser su propio jefe y trabajar como autónomo.
Así se recoge en un módulo especial de la Encuesta de Población Activa (EPA) con datos de 2017, donde indican que de los 15,6 millones de asalariados contabilizados de media, solo el 10% (1.554.700 trabajadores) querría trabajar por cuenta propia.
Por el contrario, son el doble los autónomos a los que les gustaría ser asalariados. En concreto, el 21% de los tres millones de autónomos estaban disconformes con su condición de trabajadores por cuenta propia.
De hecho, un buen número de autónomos lo son por razones que podrían considerarse impuestas, en mayor o menor grado, o sobrevenidas, más que puramente voluntarias. Así, el principal motivo de hacerse autónomo fue en el 23% de los casos para continuar con el negocio familiar. El 13,5% del colectivo lo es “porque es la práctica habitual en la actividad que realiza”; mientras que en el 12,4% el motivo fue no encontrar un trabajo por cuenta ajena.
Pero, dentro de quienes son autónomos por razones impuestas, llama la atención un pequeño pero ilustrativo porcentaje: el 1,4% (43.400 autónomos) que se convirtieron en autónomos “porque su anterior empleador le pidió que trabajara por cuenta propia”. Por tanto, se trataría aparentemente de casos en los que un empresario convierte en falsos autónomos a sus empleados.
En el lado contrario, el 22,5% se hizo autónomo “porque se presentó una buena oportunidad”; el 5,3% optó por un empleo por cuenta propia por la flexibilidad horaria y el 12,8%, por otros motivos, pero también de carácter voluntario.
Dicho esto, esta encuesta del INE analiza los motivos por los que ese 10% de asalariados que querrían ser autónomos, no lo son. En el 74% de los casos argumentan dos razones de carácter económico a partes iguales: un 37% por la inseguridad financiera que viven los autónomos y otro 37% por las dificultades para obtener la financiación necesaria para su negocio.
Solo el 5,6% no se hace autónomo por el estrés que eso supondría; y, ahora que la cotización y la protección social de los autónomos están en el centro de la actualidad, esta encuesta muestra que no llegan al 2% los que renuncian a trabajar por cuenta propia porque el colectivo tenga una menor cobertura de prestaciones y pensiones de la Seguridad Social.
Últimos datos sobre 'trades'
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social acaba de hacer públicos los últimos datos oficiales sobre el colectivo de autónomos, desvelando un dato poco conocido. El número de trabajadores autónomos dependientes (trades) no llega ni a 10.000, cuando según distintos cálculos podrían oscilar entre 200.000 y 300.000 en España. Estos autónomos son aquellos que reciben al menos el 75% de sus ingresos de un solo pagador, y por tanto tienen reconocidas mejores condiciones laborales (indemnización por finalización de contrato o vacaciones pagadas, entre otras cosas). Si bien, ese empleador principal debe ser el que, voluntariamente, otorgue al trade su condición y, a la vista de las cifras de Trabajo, esta figura ha fracasado.