¿Puede la Bolsa europea ponerse al día en el último trimestre?
La experta de Schroders ve positiva la rotación en el mercado y considera que es el momento para encontrar oportunidades aprovechando las ineficiencias.
A principios de año, nuestras previsiones apuntaban a que el mercado europeo se apreciaría en línea con el crecimiento de los beneficios y, hasta ahora, esto no ha sucedido. La rentabilidad del mercado de renta variable europea ha sido decepcionante en lo que va de año, y se ha situado por debajo de nuestras expectativas. Hay varios motivos detrás de este comportamiento y por ello nuestras perspectivas de cara al final del año son alentadoras, solo es cuestión de esperar.
Uno de los motivos es que el crecimiento de los beneficios empresariales en realidad se ha reducido a lo largo del año. Las revisiones a la baja de los beneficios es algo que nos resulta familiar, pero esta rebaja no explica totalmente la caída de las valoraciones que hemos visto en el mercado. Esto, en nuestra opinión, tiene más que ver con factores políticos, como son la guerra comercial de Trump, Italia o recientes eventos en países emergentes.
Si bien los temores de una guerra comercial han tenido efectos reducidos en las expectativas de crecimiento global, no debemos olvidar que EE UU está en buena forma y el consumidor de la zona euro continúa impulsando el crecimiento económico europeo. Nuestra sensación es que el sentimiento en torno a las políticas de Trump está descontado, y el dinamismo que muestra la economía europea debería ser suficiente para impulsar los beneficios y la revalorización del mercado hasta final de año.
En el último mes hemos visto una mejora de las rentabilidades en títulos cíclicos y de valor. Esto ha hecho que la brecha entre las rentabilidades de EE UU y Europa se haya cerrado en parte y esperamos que continúe así. Nuestra visión sobre una probable recuperación continuada del mercado de renta variable del viejo continente se basa en la divergencia extrema entre el crecimiento de los beneficios por acción (BPA) de EE UU y Europa. Esta diferencia en los BPA ha sido impulsada principalmente por el recorte de impuestos de Trump y la recompra de acciones.
La principal incertidumbre ahora y hasta final de año será el brexit. El resultado puede impactar en el sentimiento hacia el mercado europeo, pero será algo breve, ya que el impacto económico para Europa en general es mínimo.
Vemos positivamente la reciente rotación en el mercado que favorece más a las acciones cíclicas y de valor. Las valoraciones en general continúan siendo atractivas, pero como los mercados siguen siendo susceptibles a los períodos de volatilidad, hay que aprovechar estos momentos de incertidumbre para buscar oportunidades y comprar activos que muestran una ineficiencia de precios.
Carla Bergareche es directora general de Schroders para España y Portugal