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El Gobierno impulsará los Presupuestos pactados con Podemos con la senda fiscal de Rajoy

A Bruselas le remite el nuevo objetivo de déficit, del 1,8% para 2019, asumiendo que lo aprobará en los próximos meses Rebaja la previsión de crecimiento del PIB al 2,6% para este año y avanza que elevará el gasto un 3,1% y los ingresos un 5,7% el año que viene

Nuevo escenario macroeconómico del Gobierno
Belén Trincado / Cinco Días
Juande Portillo

El Gobierno presentó este lunes a Bruselas sus nuevas previsiones macroeconómicas, que corrigen a la baja el crecimiento económico previsto para este año, así como las líneas maestras de su plan presupuestario para 2019, dispuesto a aprovechar la predisposición de la Comisión Europea a admitir una senda fiscal más laxa que la que heredó del Ejecutivo de Mariano Rajoy. El Gabinete de Pedro Sánchez prevé acabar 2018 con un déficit del 2,7% y rebajarlo al 1,8% en 2019, frente al 1,3% previsto. Sin embargo, el Gobierno está dispuesto a impulsar los Presupuestos Generales pactados con Unidos Podemos el jueves bajo la senda fiscal anterior, consciente de que tardará meses en superar el bloqueo parlamentario del PP a sus nuevas cuentas.

La diferencia entre unas cuentas y otras son 6.000 millones de euros pero la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseveró que las medidas pactados con Podemos son válidas igualmente porque el recorte de margen para la administración central es de solo 1.200 millones. Serían las comunidades autónomas, que tendrán que hacer sus Presupuestos con la senda más restrictiva, y la Seguridad Social, sobre la que descansa buena parte del nuevo gasto social apalabrado, quienes salgan peor paradas si la nueva senda fiscal no prospera en el Parlamento. Eso a priori, porque lo previsible es que las cuentas digan una cosa y que, una vez se apruebe el nuevo objetivo de déficit, estas administraciones incumplan sus previsiones y eleven el gasto dentro del nuevo marco fiscal más laxo.

Aunque Bruselas ya avanzó al Gobierno en julio que aceptará su nuevo objetivo de déficit, este aún no ha recibido el preceptivo apoyo parlamentario. Tras fracasar una vez en verano, el Ejecutivo ha descartado tratar de aprobarlo de nuevo hasta modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria para eliminar la potestad de veto del Senado, que controla el PP. El control de este partido sobre la Mesa del Congreso también le ha impedido realizar un cambio urgente de dicha ley por lo que la modificación llevará aún meses. Hasta entonces, el Gobierno trabajará con las cifras anteriores e impulsará con ellas los Presupuestos de 2019 que prevé presentar entre noviembre y diciembre.

El Ejecutivo justifica el margen adicional solicitado aseverando que el ajuste estructural que realizará en 2019 es similar al ya pactado, si bien Montero considera una “falacia” el compromiso de Rajoy de acabar el año en el 2,2% de déficit cuando todos los organismos internacionales ya asumían que cerrará el año en el 2,7%. Recortar desde ahí al 1,3% previsto para 2019, alegó la ministra pondría en “peligro” el crecimiento económico y la creación de empleo.

Y eso en un momento en que el propio Ejecutivo ha constatado la desaceleración de la economía. La ministra del ramo, Nadia Calviño, informó este lunes de que rebaja en una décima su previsión de crecimiento para este año y el próximo, hasta el 2,6% y el 2,3%, respectivamente. Lo achacó a la caída de la demanda externa por la atonía económica global y a la corrección a la baja del PIB del primer trimestre de 2018, cuando aún gobernaba Rajoy.

Más allá, el nuevo cuadro macroeconómico remitido este lunes por el Gobierno a Bruselas prevé que la tasa de paro caiga al 15,5% a final de este año y al 13,8% al concluir 2019, o que la inflación del 2018 sea del 1,3% y la de 2019 del 1,8%. La ministra destacó además que España hará un esfuerzo adicional para reducir la deuda  pública hasta el 95,5% del PIB frente al 97% al que se prevé que cierre este año.

El Gobierno también avanzó este lunes a Bruselas las claves del plan presupuestario pactado con Podemos, revelando que elevará el ratio de ingresos sobre PIB del 38,5% al 39,1% mientras que el gasto sube, pero su peso cae del 41,2% al 40,9% del PIB. A su vez, la inversión (formación bruta de capital) cae del 2,23% al 2,09%.

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) avaló este lunes las previsiones del escenario macroeconómico del Gobierno y considera “factibles” sus objetivos. Bruselas tiene ahora una semana para revisar los planes de Sánchez y trasmitirle sus impresiones. Si exige cambios, el Ejecutivo tendría a su vez tres semanas más para rectificar con lo que el proceso podría alegarse hasta finales de noviembre. Hasta la fecha, la Comisión Europea no ha tumbado ninguno de los planes presupuestarios que los distintos Gobiernos comunitarios deben remitirle cada 15 de octubre. Está por ver qué pasa con las nuevas cuentas de España, aunque las verdaderas dudas las arroja Italia, que aspira a elevar con fuerza su déficit. 

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