Diez años que cambiaron el consumo
A pesar del empuje de estos últimos años, el gasto anual de las familias españolas sigue cayendo
Desde que se desató la crisis de 2008 hasta ahora, se aprecian dos períodos claramente marcados. Hasta 2013 cae bruscamente el gasto de las familias españolas llegando a reducirse el 8,8%. En el segundo período, se dispara (+9,3%), hasta acercarse a los niveles de 2008. A pesar del empuje de estos últimos años, el gasto anual de las familias españolas se ha contraído de 32.000 euros a 29.180 euros porque los salarios se han restringido.
No sólo los menores ingresos justifican el cambio en los hábitos de consumo. Hay menor exposición al lujo. Se revaloriza lo barato. Se comparte y alquila mucho más. Se prefiere la utilidad a las apariencias externas, la experiencia y lo novedoso a lo renombrado, y la reafirmación de la personalidad a la estandarización.
Estos cambios en los valores, añadidos a la caída de los ingresos, han conducido a menos productos frescos y comidas fuera del hogar, y a más marcas de distribución, y más búsquedas sobre todo en internet para encontrar lo más barato en cualquier producto o servicio.
En el presupuesto familiar, aumenta todo lo que gira en torno a la casa -vivienda, agua, luz, gas- (+2,8%), la salud (0,18%) y la enseñanza (0,39%). Y caen aquellas partidas relacionadas con la alimentación (-0,34%), los transportes (-1,11%), el vestido y el calzado (-0,92%), o el mobiliario (-0,60%). Dentro del ocio y cultura, el móvil se lleva la parte del león.
Josep-Francesc Valls es catedrático de ESADE