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El control de PP y Cs sobre el Parlamento obligará a Sánchez a prorrogar los Presupuestos de Rajoy

La Mesa del Congreso frena el cambio urgente de la ley de estabilidad La tramitación normal retrasará las cuentas hasta ya entrado 2019

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.Reuters
Juande Portillo

Solo un día después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, remachara en la SER que no prorrogará durante el próximo ejercicio los Presupuestos Generales que ha heredado de Mariano Rajoy, PP y Ciudadanos dieron al traste este martes con sus planes y le recordaron la fragilidad parlamentaria con la que gobierna. La estrategia del Ejecutivo para sortear el veto del PP a sus nuevos objetivos déficit como paso previo al a presentación de las nuevas cuentas públicas promete retrasar estas hasta bien entrado 2019, haciendo necesaria comenzar el año utilizando los Presupuestos anteriores.

Esta es la consecuencia directa que tendrá que este martes la Mesa del Congreso de los Diputados, presidida por la popular Ana Pastor, rechazara con los votos de PP y Ciudadanos la petición de tramitar con urgencia la reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera impulsada por PSOE, Unidos Podemos y ERC para suprimir el derecho de veto del Senado sobre la senda fiscal que presenta el Ejecutivo.

El cambio de esta ley orgánica no puede realizarse por decreto ley, con lo que los socialistas y sus socios impulsaron una proposición de ley. Aspiraban a que fuera tramitada por un procedimiento de urgencia, con lectura única, lo que en principio habría permitido aprobarla en apenas dos meses. La petición fue rechazada este martes por PP y Ciudadanos, que cuentan, respectivamente, con tres y dos sillas de la Mesa del Congreso, sumando cinco de los nueve votos del órgano.

La propuesta deberá someterse por tanto a una tramitación normal, que de media se alarga durante cinco meses pues conlleva su debate en comisión, la presentación y discusión de enmiendas parciales o a la totalidad, su envío al Pleno, posterior remisión al Senado (donde puede tardar hasta dos meses en votarse) y su vuelta al Congreso.

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El Ejecutivo ha aseverado que no impulsará la nueva senda fiscal, o el techo de gasto, hasta asegurarse de que la mayoría absoluta del PP en el Senado no la hace peligrar. Impulsar el objetivo de déficit es paso obligado para tramitar luego los Presupuestos con lo que, como ya adelantó este diario, la votación de las nuevas cuentas públicas previsiblemente se retrase hasta el entorno de la campaña electoral de los comicios autonómicos del próximo mayo.

A la espera de ver si entonces el Ejecutivo es capaz de lograr los apoyos parlamentarios necesarios para sacar unas nuevas cuentas más sociales adelante, al arranque de 2019 se prorrogarán automáticamente los Presupuestos Generales de 2018, ya que la administración necesita unas Presupuestos públicos con los que operar hasta comprobar si son sustituidos por unos nuevos.

Mientras que PP y Ciudadanos defendieron su decisión en la Mesa alegando que la pretensión de los socialistas no es urgente, estos les acusaron de politizar el órgano de control de la Cámara Baja e instrumentalizarlo para sus intereses partidistas.

Rivera propone acabar con sucesiones

Fin del impuesto. Ciudadanos registró este martes en el Congreso de los Diputados una proposición de ley para eliminar el Impuesto de Sucesiones en todo el Estado en el caso de herencias y donaciones entre parientes directos y cercanos y superar así el “caos” generado por las diferentes regulaciones autonómicas, recoge Servimedia. Una disparidad, ilustra la formación que preside Albert Rivera, que hace que “Incluso entre padres e hijos, sobre una misma herencia se puede pagar menos del 1% o un 40%”. Diferencias que habrían “generado deslocalizaciones reales y ficticias”, un “gravísimo perjuicio” económico y el máximo histórico de renuncias a herencias, un 10% en 2017, por la imposibilidad de pagar el impuesto o hacerlo en los plazos exigidos.

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