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TSB da una razón más para no ser CEO de banco

A partir de ahora, los problemas informáticos también afectarán a los altos directivos

El ex-CEO de TSB Paul Pester.
El ex-CEO de TSB Paul Pester.Andrew Winning (REUTERS)

La salida de Paul Pester de TSB Bank, filial de Sabadell, no es sorprendente: después de todo, ha presidido cinco meses de desastres informáticos. Pero también es el primer jefe de banco cuya partida se debe en gran medida a esa razón. Aquellos que ya desconfían de aceptar altos cargos en la banca tienen otra razón para no hacerlo.

Increíblemente, TSB sigue teniendo problemas con las TIC. El banco, que presta servicios a 5 millones de clientes de Reino Unido, sufrió otro apagón el pasado fin de semana, tras meses de servicio intermitente que comenzaron en abril, cuando el banco no pudo instalar una nueva plataforma. Al principio, Pester contaba con el apoyo del consejo, pero el último incidente agravó la preocupación ya expresada por el legislador Nicky Morgan, que dijo en junio que el consejero delegado había perdido su confianza. Richard Meddings, presidente independiente del banco, queda al cargo hasta que se encuentre un reemplazo.

La marcha de Pester debería poner nerviosos a los consejeros delegados de bancos. Hasta ahora, los jefes de los bancos e incluso de grandes empresas han sobrevivido a los ciberataques y a los fallos de TIC con pocos efectos en su carrera. Una metedura de pata en 2012 en Royal Bank of Scotland dejó a millones de clientes sin acceso a las cuentas después de que una actualización de TIC similar saliera mal. Stephen Hester, el CEO del banco, no fue obligado a dimitir.

En 2016, Tesco Bank sufrió un ataque “sin precedentes” contra 9.000 de sus cuentas de clientes. Benny Higgins, entonces consejero delegado, se disculpó y se pudo jubilar un año y medio más tarde.

La marcha de Pester sienta un nuevo precedente. La debacle ya ha llamado la atención del Banco de Inglaterra y de la Autoridad de Conducta Financiera, que han dado a los bancos hasta el 5 de octubre para informar de su vulnerabilidad a las interrupciones de TIC.

En teoría, los CEO de los bancos ya se enfrentan a penas de cárcel por delitos cometidos por su personal conforme al Régimen de Altos Directivos de Reino Unido. Los sistemas de TIC plantean una amenaza aún más oscura: en muchos casos, los puntos débiles solo aparecen durante una actualización del sistema. Estas incógnitas pueden costarles sus empleos a los CEO.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.

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