ESADE mantiene su previsión de crecimiento de la economía española en un 2,8%
El Informe Económico y Financiero de ESADE. Junio 2018, mantiene la previsión de crecimiento de la institución para la economía española, en un 2,8%, y eleva al 2,4% y al 2,9% los de la zona euro y Estados Unidos, respectivamente. El estudio, dirigido por David Vegara, profesor asociado del departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad en ESADE, y elaborado con el apoyo del Banco Sabadell, también anticipa un crecimiento del PIB cercano al 4% a escala mundial.
En el caso de España, el mantenimiento en un 2,8% de la previsión de crecimiento por parte de los expertos de ESADE se fundamenta en el buen comportamiento del consumo y de la creación de empleo, unos tipos de interés aún muy reducidos, una política fiscal sin demasiadas ambiciones para la consolidación, pero con un presupuesto aprobado, y a un tipo de cambio del euro algo más depreciado que a finales de 2017. “Estos apoyos compensarán con creces el incremento del precio del crudo y las incertidumbres asociadas con el reciente cambio de Gobierno, en minoría en el parlamento”, han explicado los autores del estudio.
A escala internacional, la revisión al alza en la previsión del crecimiento de la zona euro hasta un 2,4% —0,4 puntos que lo pronosticado en enero—, y de la de Estados Unidos, del 2,9% —otros 0,9 por encima de las previsiones de hace solo seis meses—, es consecuencia de una economía mundial que ha seguido creciendo durante la primera mitad de 2018 favorecida por las buenas expectativas, las políticas monetarias de aún expansivas, las condiciones financieras favorables y por los efectos que la reforma fiscal norteamericana ha tenido en las expectativas de los agentes.
La inversión sigue siendo el principal motor de los países avanzados e incluso en los últimos meses se ha observado la recuperación de ésta en bastantes países exportadores de materias primas. Por su parte, el consumo ha sido el impulsor del crecimiento en China y la India, que han seguido observando tasas de crecimiento notables en el primer semestre del año —un 6,6% y un 7,7%, respectivamente—, y el crecimiento del comercio internacional, que suele ir muy de la mano de la inversión, ha continuado creciendo a un ritmo cercano al de finales de 2017 —un 4,9%—. Estas circunstancias, unidas al reciente aumento del precio de las materias primas, están eliminando la presión sobre gran parte de las economías emergentes, y llevan a los expertos de ESADE a pronosticar que la economía mundial podría crecer cerca del 4% en 2018.
Principales amenazas al crecimiento económico
Parte del buen ritmo del crecimiento también se ha visto favorecido por el hecho de que algunos riesgos económicos y geopolíticos con los que se inició 2018 han tomado un cariz menos dramático —como es el caso del diálogo abierto con Corea del Norte— o que todavía no se han materializado o se están empezando a materializar solo recientemente. En este apartado encontramos las medidas proteccionistas de la Administración Trump —aún sin respuesta relevante por parte de la UE o China— y el Brexit. En relación a este último, en el nuevo Informe Económico y Financiero de ESADE se ha advertido que “el tiempo pasa y no se concretan suficientemente los términos de la salida del Reino Unido de la UE”, en un contexto caracterizado, por un lado, por la tensión del gobierno británico y de los partidos que lo sustentan y, por otro, por la firmeza con la que las autoridades europeas parecen estar gestionando la negociación, que no auguran una transición sin dificultades.
Además, la economía mundial tampoco deberá perder de vista a partir de ahora dos nuevas amenazas que llegan desde Irán —debido la ruptura unilateral por parte de Estados Unidos del acuerdo nuclear y la imprevisible reacción de este país a las sanciones anunciadas— y desde Italia —que no ha visto aumentar su PIB per cápita en términos reales desde que entró en la zona Euro, que ha perdido cuota en las exportaciones mundiales y que sigue aumentando sus niveles de deuda pública—. “Habrá que ver cómo el programa del nuevo gobierno y la expansión fiscal que éste conlleva cuadran con los compromisos en el marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y de la necesidad, con o sin Comisión Europea vigilando, de reducir la deuda del sector público del país transalpino, que alcanza el 132% de su PIB”, han explicado los autores del estudio de ESADE.
Con todo, los expertos han insistido en que el principal riesgo desde la perspectiva financiera continúa siendo un aumento de los tipos de interés del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal norteamericana más rápido de lo anticipado hasta ahora, lo que podría ocurrir en caso de una evolución desfavorable de los índices de precios.
Enlace a anteriores informes económicos:
Informe Económico y Financiero. ESADE. Enero 2018.Informe Económico y Financiero. ESADE. Junio 2017Informe Económico y Financiero. ESADE. Enero 2017.