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La pequeña victoria de May sobre Trump

La primera ministra británica consigue superar su semana más difícil en el poder

La primera ministra británica Theresa May (enfocada) junto al presidente de EE UU, Donald Trump.
La primera ministra británica Theresa May (enfocada) junto al presidente de EE UU, Donald Trump. REUTERS

No ha sido la semana de Theresa May. Después de haber acorralado a su gabinete con un acuerdo sobre un brexit suaviado, el pasado domingo se rindieron dos ministros.

Luego, el jueves, Donald Trump la eclipsó en su visita al Reino Unido con una entrevista en el periódico The Sun. El presidente de EE UU se deshizo de los planes de la primera ministra británica para abandonar la Unión Europea y elogió a Boris Johnson, uno de los ministros que renunció.

El último ránking publicado sobre los poderes de persuasión de los Estados puso sorprendentemente al Reino Unido de nuevo en la cima, desplazando a Francia. Los productores de Soft Power 30, la firma de comunicaciones Portland y el Centro de Diplomacia Pública de la Universidad del Sur de California, dan tres razones principales.

Una es que a pesar de toda la actividad del brexit, Reino Unido aún no ha salido de la UE, por lo que los datos concretos todavía reflejan su que forma parte del bloque europeo. Eso cambiará si el divorcio oficial se lleva a cabo, según lo planeado, en marzo de 2019, lo que dificulta que los británicos permanezcan en lo más alto de la clasificación el próximo año.

El poder blando trata sobre cómo se percibe un país desde el exterior, lo que explica la caída de EE UU al cuarto lugar del ranking, desde el primer puesto que ocupaba hace solo dos años. La postura combativa de Trump con su “América Primero” no funciona bien en el exterior, ya sea en relación con el comercio, la inmigración, las alianzas de seguridad o de otra forma.

La economía más grande del mundo aún cuenta con universidades estelares que atraen a estudiantes internacionales, especialmente a las potencias de Silicon Valley como Apple y Facebook, y a las industrias cinematográficas, televisivas y tecnológicas.

Estas ventajas apuntalan el poder blando de EE UU. Trump, sin embargo, prefiere proyectar firmeza hasta el punto de rechazar la posibilidad de un beneficio mutuo, incluso sobre asuntos cuantificables como el comercio.

Como resultado, el poder blando de EE UU está disminuyendo. El momento de supremacía de Reino Unido es una pequeña victoria para May, pero con el apoyo de Francia y Alemania, puede resultar fugaz.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Daniel Domínguez, es responsabilidad de CincoDías.

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