El ruido del proteccionismo aconseja carteras más defensivas el segundo semestre
Todo apunta a que se trata de una etapa neutra, en el que puede arreciar la volatilidad
Los analistas de Bolsa han entrado en el segundo semestre con el ánimo menos optimista que el de hace seis meses. Aunque se han resuelto algunas de las dudas que acechaban a la actividad económica en el mundo, otras han surgido con vehemencia y proyectan su sombra sobre los negocios y los resultados de las compañías cotizadas. Disipado el temor a una recesión con epicentro en Estados Unidos, o perdido el miedo a tal circunstancia, se ha adueñado del estado de ánimo de los expertos la guerra comercial desatada, al menos verbalmente, por Trump contra todos, aunque se concentre más en China que en Europa o Canadá. La mala manera con la que se resolvió la última cumbre del G-7, en la que la Administración de la primera economía del mundo se negó a suscribir un acuerdo para limar las asperezas proteccionistas, ha devuelto el pesimismo, que se ha ido concretando en decisiones puntuales de restricción a los intercambios comerciales. Esta misma semana han entrado en vigor aranceles por valor de 34.000 millones de dólares de Estados Unidos a productos chinos, y se espera una réplica inmediata de las autoridades del gigante asiático. Los cruces comerciales con Europa están pendientes aún de una simple escalada de propuestas que no permite cuantificar el daño, pero que ha inoculado en los analistas la cautela.
Con tal criterio, las carteras modelo que han diseñado apuestan por los valores seguros, con buenas rentabilidades por dividendo, con serias barreras de entrada en sus respectivos negocios y con deuda bajo control. Han perdido pujanza los bancos, ante la expectativa de que la subida de tipos se retrase y con ella la recomposición de sus márgenes y sus cuentas de resultados, y la han ganado las compañías energéticas: las tradicionales, por la generosa remuneración a sus socios, y las innovadoras, por el giro que en todo el mundo da el mix esperado de generación hacia las energías verdes. Hay también apuestas por los valores muy castigados por la rumorología proteccionista, porque sus cuidadores estiman que habrá más tormenta verbal que hechos, y que las empresas tendrán un daño limitado en el valor de sus ventas.
Todo apunta a que se trata de un semestre neutro, en el que puede arreciar la volatilidad, pero con una tendencia de los beneficios de las compañías ascendente todavía por el elevado y acompasado nivel de crecimiento en todas las zonas el mundo. Entre tanto, no es mala idea la acumulación de liquidez, además de entrar en los aburridos negocios de jugosos dividendos, a la espera de que escampe; porque algo no ha cambiado: la renta variable sigue siendo la mejor opción de inversión, la que mejor combina riesgo con retorno.